Las soluciones salinas suelen ser efectivas para aliviar los síntomas. | Freepik

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La congestión nasal es un síntoma común durante los meses más fríos, especialmente tras las festividades navideñas, cuando los resfriados y las gripes se vuelven más frecuentes. Aunque generalmente no es grave, la congestión puede afectar la respiración y la calidad del sueño, volviéndose especialmente molesta. Afortunadamente, existen remedios caseros que pueden proporcionar alivio sin necesidad de medicación.

Uno de los métodos más efectivos es la inhalación de vapor. Tomar una ducha de agua caliente permite que el vapor generado ayude a disolver la mucosidad acumulada y disminuya la inflamación de las fosas nasales, facilitando una respiración más fluida, aunque sea de manera temporal. Si una ducha no es posible, se puede optar por inhalar el vapor del agua caliente en un lavabo. Para ello, se recomienda abrir el grifo de agua caliente, cubrir la cabeza con una toalla y aspirar profundamente el vapor acumulado, cuidando de no exponerse al agua o al vapor demasiado caliente para evitar quemaduras.

Otro remedio casero consiste en mantener la cabeza elevada mientras se duerme. Esta posición mejora el flujo de aire y reduce la congestión, permitiendo un descanso más reparador. Además, el consumo de alimentos picantes o de olores fuertes puede estimular las secreciones nasales y despejar las vías respiratorias, proporcionando un alivio temporal.

Las soluciones salinas también son una opción recomendable. Las gotas y atomizadores nasales con solución salina, disponibles sin receta médica, son eficaces para aliviar la congestión nasal. En el caso de los bebés, los expertos recomiendan aplicar unas gotas de solución salina en uno de los orificios nasales y, posteriormente, succionar suavemente la mucosidad con una jeringa de bulbo. Para hacerlo correctamente, se debe apretar el bulbo, introducir la punta con cuidado en la fosa nasal a una profundidad de entre 6 y 12 milímetros y soltar lentamente para extraer las secreciones.

Es importante destacar que, aunque estos remedios caseros pueden proporcionar alivio, si la congestión nasal persiste más de diez días, se acompaña de fiebre alta o dolor intenso, se recomienda buscar atención médica para descartar problemas más graves. Además, en casos de alergias estacionales o crónicas, la congestión puede prolongarse mientras persista la exposición al alérgeno, por lo que es fundamental identificar y evitar los desencadenantes para prevenir síntomas prolongados.