Las Navidades son una de las épocas de mayor consumismo en todo el mundo. | www.tanja-esser-auftragsatelier.

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Cada año, millones de familias celebran las fiestas navideñas con alegría y generosidad, pero este derroche de espíritu festivo también puede traducirse en un considerable impacto ambiental. Desde los envoltorios de regalos desechados hasta el exceso de comida y decoraciones de un solo uso, la Navidad se convierte en una época en la que se generan toneladas de residuos innecesarios. Sin embargo, el problema va más allá del reciclaje, que por sí solo ya no es suficiente. Según Greenpeace, es fundamental adaptar los hábitos de consumo y conseguir que esos residuos no lleguen a generarse.

Según datos de Roll’Eat, empresa especializada en soluciones reutilizables para la conservación de alimentos, cerca del 20% de los alimentos adquiridos durante las fiestas navideñas acaban en la basura. Esto no solo supone un desperdicio de comida, sino también de valiosos recursos como energía, agua y transporte, utilizados a lo largo de toda la cadena de producción y distribución. Sin embargo, estas fiestas pueden ser igual de mágicas sin dejar una gran huella ecológica. Descubre en esta guía práctica cómo disfrutar de unas Navidades más sostenibles, reduciendo el desperdicio y apostando por alternativas responsables.

Evita materiales de un solo uso

A la hora de poner la mesa para las celebraciones navideñas, lo mejor es utilizar la cubertería y vajilla de siempre, en vez de las desechables. De acuerdo con Greenpeace, los platos de plástico pueden tardar cientos de años en degradarse, contaminando suelos, ríos y océanos durante generaciones. De igual manera, es recomendable reutilizar la decoración navideña de otros años, evitando comprar artículos nuevos innecesarios. Con esta práctica, las fiestas pueden ser igualmente acogedoras, al tiempo que se cuida el planeta.

Reduce el desperdicio alimentario

La problemática del desperdicio no solo afecta al sector alimentario, sino que también tiene un impacto económico y social. Por ello, es esencial optar por alternativas reutilizables para almacenar las sobras durante las celebraciones. Asimismo, planificar las comidas con anticipación y realizar una lista de la compra ajustada al número de comensales son pasos clave para evitar el malgasto de alimentos y bebidas. Es recomendable elegir alimentos locales y de temporada, ya que fomentan el comercio de cercanía y reducen las emisiones CO2.

Otra forma eficaz de reducir el desperdicio alimentario es aprovechar los excedentes de las fiestas navideñas en nuevas recetas. Las sobras pueden transformarse en sabrosos platos como croquetas, sopas, ensaladas o guisos, aprovechando cada ingrediente al máximo. Por otro lado, repartir lo que sobra entre los comensales es una solución cómoda y práctica. Estas acciones no solo evitan el desperdicio de comida, sino que fomentan la creatividad en la cocina. Asimismo, pueden contribuir significativamente a la sostenibilidad y suponer un ahorro económico en el hogar.