Muchos coches quedaron atrapados en el agua en Valencia. | Eva Manez

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Quedar atrapado en un vehículo durante una riada es una situación peligrosa, como se ha demostrado los pasados días en los que la DANA de Valencia ha dejado vehículos varados en una calle engullida por el agua y el barro. La Dirección General de Tráfico (DGT) ha proporcionado recomendaciones clave para afrontar esta emergencia. Lo primero es la prevención: evitar salir con pronósticos de fuertes lluvias. Sin embargo, si te encuentras en una riada, lo esencial es actuar con calma y rapidez.

Según la DGT, lo primero es contactar con emergencias llamando al 112, explicando tu ubicación y situación. Posteriormente, desabróchate el cinturón de seguridad y asegúrate de que todos los pasajeros hagan lo mismo. Si es posible, intenta salir del coche a través de las ventanillas, que se deben abrir tan pronto como se perciba que la situación empeora. En caso de que las ventanas eléctricas fallen debido al agua, el reposacabezas puede usarse como herramienta para romperlas.

Salir del vehículo por la puerta es la última opción, ya que la presión del agua dificulta su apertura y puede representar un riesgo adicional. Si el coche comienza a llenarse de agua, hay que mantener la calma, tomar una gran bocanada de aire y buscar el punto más elevado del habitáculo. Los niños, en particular, deben ponerse en pie para aprovechar el aire restante en la parte superior.

Una vez fuera, si es seguro hacerlo, sube al techo del coche para visibilizar tu posición y evitar ser arrastrado por la corriente. Si decides nadar hacia un lugar seguro, la DGT aconseja hacerlo en dirección diagonal y a favor de la corriente para gastar menos energía.

El organismo enfatiza que los conductores deben mantenerse informados sobre las condiciones meteorológicas antes de viajar y evitar zonas de riesgo, como puentes o cauces de ríos, durante lluvias intensas. Estos consejos pueden ser determinantes para salvar vidas y reducir las estadísticas de accidentes fatales en situaciones de riadas, que en los últimos años han aumentado debido al cambio climático y fenómenos meteorológicos extremos.