Una de las principales razones detrás de este cambio es la preocupación por el impacto ambiental de la producción de papel higiénico, que requiere grandes cantidades de celulosa y agua, además de contribuir a la deforestación. Estudios han mostrado la presencia de sustancias contaminantes como PFAS en rollos de papel higiénico y lodos de depuradora, lo que subraya la necesidad de buscar alternativas menos perjudiciales para el medio ambiente.
Desde una perspectiva de salud, se ha observado que la limpieza únicamente con papel no garantiza una higiene íntima perfecta. La eliminación eficaz de residuos requiere de agua y, preferiblemente, jabón íntimo suave para evitar irritaciones y garantizar una limpieza profunda, tal como recomiendan los especialistas. La búsqueda de alternativas ha llevado a la revalorización de prácticas antiguas, como el uso del tersorium por los romanos, una especie de escoba hecha con esponja marina, aunque hoy en día se buscan opciones más higiénicas y personales.
Entre las soluciones contemporáneas destacan los inodoros con funciones de bidé, que ofrecen una limpieza con agua y se han popularizado en regiones donde tradicionalmente no se utilizaban, especialmente tras el incremento de la demanda durante la pandemia. Otra innovación es el papel higiénico biodegradable o hidrosoluble, que se descompone al contacto con el agua en unas pocas horas, beneficiando tanto al medio ambiente como a los sistemas de saneamiento.
Esta solución representa un equilibrio entre comodidad y sostenibilidad. La alternativa más radical quizás sea la adopción de rollos higiénicos de tela reutilizables, compuestos por cuadrados de esponja unidos que, tras su uso, se lavan en la lavadora. Aunque esta opción ha ganado adeptos por su carácter ecológico, también ha generado debate sobre su eficiencia higiénica y el consumo adicional de recursos como agua y energía para su lavado.
La tendencia hacia el abandono del papel higiénico en favor de alternativas más sostenibles y eficaces refleja una creciente conciencia ambiental y de salud. Desde opciones de alta tecnología hasta soluciones inspiradas en la antigüedad, la sociedad moderna está redefiniendo lo que significa la limpieza íntima. Este cambio no solo tiene el potencial de mejorar nuestra higiene personal sino también de contribuir a la protección del medio ambiente. Mientras nos adaptamos a estas nuevas prácticas, es crucial mantener un equilibrio entre comodidad, sostenibilidad y eficacia higiénica.
4 comentarios
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La solución está en las manos del público
Siempre hay alternativas como los WC japoneses o la botella de los arabes.
Te van a decir hasta como tienes q lavarte el culo... Surrealista🤣
Lo ideal es el bidet pero no los que se venden acá que el chorro de agua te pega en la espalda y que, según dicen, es "para lavarse los pies". En sudamerica venden bidets, fabricados por Roca entre otros, que tienen una pequeña ducha invertida en el fondo de la taza y el chorro te pega donde te tiene que pegar. Busquenlo en Internet. No hace falta que tenga calefacción, luces ni gilipolleces. Que te lave lo que te tiene que lavar, alcanza.