El sol y el acné: ¿qué necesitas saber para proteger tu piel en verano?

Además, el sol puede secar la superficie de la piel, lo que hace que las imperfecciones sean menos visibles temporalmente. Tomar el sol sin protección adecuada puede causar otros problemas de la piel. La exposición prolongada podría provocar quemaduras solares, envejecimiento prematuro de la piel, manchas oscuras y aumentar el riesgo de cáncer de piel. Para las personas con acné, los rayos UV pueden también oscurecer las cicatrices y marcas del acné, haciéndolas más difíciles de tratar. Por lo tanto, es crucial que estas personas se cuiden adecuadamente en verano. Esto incluye el uso regular de un protector solar de factor de al menos 30. Es mejor optar por uno sin aceite y no comedogénico, diseñado para no obstruir los poros.

También es aconsejable evitar la exposición al sol durante las horas pico de radiación UV, generalmente entre las 10.00 horas y las 16.00 horas. Las personas con acné deben continuar con su rutina regular de cuidado de la piel, que puede incluir la limpieza suave, la exfoliación y el uso de productos recetados por un dermatólogo. En conclusión, aunque la exposición al sol puede parecer que mejora a corto plazo, puede tener efectos negativos a largo plazo. Las personas con acné deben cuidarse aún más en verano, utilizando protector solar regularmente y evitando la exposición excesiva al sol.