Un joven liando un cigarrillo de cannabis. | Freepik

TW
3

El cannabis es, junto al tabaco, el alcohol y la cafeína la droga más consumida en el mundo. Se considera que el 2 % de la población realiza un consumo diario de esta droga. Muchos países la han legalizado al tener en cuenta sus cualidades terapéuticas. Es una planta que tiene propiedades antiinflamatorias, mitiga el dolor crónico, funciona como relajante muscular y se ha convertido en una solución muy común para tratar a pacientes que precisan de quimioterapia porque es muy eficaz a la hora de reducir los efectos secundarios de este tratamiento administrado a los pacientes de cáncer.

Pero junto a los efectos beneficiosos reconocidos por la mayoría, no se puede esconder la existencia de otros efectos negativos asociados, sobre todo, al consumo reiterado del cannabis. El informe del Observatorio Español de las Drogas y las Adicciones es muy claro al respecto, uno de cada 10 individuos entre 15 y 64 años consumió cannabis o marihuana en el último año y estuvo expuesto a los efectos del THC, uno de los muchos compuestos que tiene el cannabis.

Esta sustancia química tiene efectos psicotrópicos en la persona y tergiversa la percepción de la realidad. Además, es la sustancia que provoca la adicción. Teniendo en cuenta todo esto, estos son los efectos a largo plazo:

  • Problemas de memoria y aprendizaje.
  • Peores resultados académicos.
  • Abandono prematuro de los estudios.
  • Dependencia (7-10 % de los que lo prueban).
  • Trastornos emocionales (ansiedad, depresión) y de la personalidad.
  • Enfermedades bronco-pulmonares y determinados tipos de cáncer.
  • Trastornos del ritmo cardiaco (arritmias).
  • Psicosis y esquizofrenia (especialmente en individuos predispuestos).

Estos son los principales efectos inmediatos del consumo de cannabis.

  • Pérdida de memoria.
  • Pérdida de la capacidad psicomotriz, lo que se traduce en lentitud y torpeza de movimientos.
  • Problemas para pensar y razonar.
  • Disminución de la facultad de aprendizaje
  • Sensaciones paranoicas.
  • Estado depresivo.
  • Sensación de miedo.
  • Incremento del número de pulsaciones.
  • Alucinaciones.
  • Estado de ansiedad.