No todos los ciudadanos están obligados a presentar la declaración de la renta, pero en ocasiones sí les interesa hacerlo para tener unos ingresos extras.

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La campaña de la Renta y Patrimonio 2022 se aproxima y desde el pasado 15 de marzo se pueden solicitar los datos fiscales. Además, la Agencia Tributaria ofrece en su página web varios simuladores que permiten conocer si el resultado de la declaración de la renta saldrá a devolver o a pagar; se trata de una simulación, que no se puede presentar. Para formalizar este trámite habrá que esperar hasta el día 11 de abril, cuando comenzará oficialmente la campaña.

Antonio Paredes, experto tributario de los Técnicos de Hacienda (Gestha) recomienda a todos los contribuyentes que consulten su borrador y lo actualicen, en el caso de que sea necesario, incluso a aquellos ciudadanos que no están obligados a rendir cuentas con Hacienda porque sus ingresos anuales brutos no superan los 14.000 euros o porque no exceden los 22.000 euros y sólo tienen un pagador. Precisamente, las personas que ganan entre 14.000 y 220.000 euros brutos al año son las que tienen más motivos para comprobar el resultado de su declaración, puesto que puede que sea a devolver.

Paredes explica que estos ciudadanos también pagan impuestos, ya que sus empleadores les retienen una parte de la nómina. Se trata de unos 200 euros mensuales, que al año se traducen en unos 2.400. Por lo general, las empresas intentan ajustar las retenciones en la medida de lo posible, para que la nómina sea lo más alta posible y en la declaración de la renta no salga a pagar. Sin embargo, en ocasiones se producen cambios en las condiciones de vida de los trabajadores, que hacen que la empresa retenga más de lo que corresponde y, por tanto, Hacienda lo devuelve posteriormente.

El experto tributario de Gestha señala que una de las causas más habituales de estos desajustes es el nacimiento de un hijo; cuando se produce a finales del año, las desgravaciones computan por todo el ejercicio, pero la empresa las comienza a aplicar tras el parto. Tampoco es habitual comunicar al empleador si se tiene una vivienda habitual hipotecada y adquirida con anterioridad al año 2013, y en este caso sí desgrava (en 2013 se suprimió esta deducción).

Otras desgravaciones de las que no suele tener conocimiento la empresas suelen ser los seguros de vida derivados de la hipoteca, las cuotas sindicales, los gastos en asistencia jurídica, etc. Por ello, Paredes insta a todos los contribuyentes a solicitar el borrador de la declaración de la renta para revisarlo, porque en muchas ocasiones no aparecen desgravaciones que pueden hacer que el resultado de la declaración sea a devolver, aunque se trate de contribuyentes que no están obligados a hacerla.