La cúrcuma es una especia de explosivo color amarillo que está hecha de las raíces molidas de la planta.

TW
0

La cúrcuma es una especia de explosivo color amarillo que está hecha de las raíces molidas de la planta y que cuenta con propiedades antiinflamatorias y posibles usos medicinales para diversas enfermedades. La curcumina, el compuesto más activo de la cúrcuma, ofrece muchos beneficios para mejorar la salud del corazón y prevenir el Alzheimer y el cáncer. Ayuda a mejorar los síntomas de la depresión y la artritis y tiene grandes propiedades antioxidantes para combatir el envejecimiento. La planta medicinal también mejora la función hepática, facilita la pérdida de peso o combate resfriados y gripes. Sin embargo, a pesar de tener muchos beneficios para la salud, no todas las personas pueden consumirla.

Se recomienda no tomarla nunca antes de una intervención quirúrgica, ya que puede afectar a la coagulación sanguínea. Tampoco si te estás medicando para tratar problemas de circulación, de corazón o de varices. La cúrcuma no debe ser consumida por niños menores de tres años, ni por todas aquellas personas que tengan problemas con la vesícula biliar, ni durante el embarazo. A pesar de estos casos, la especia también cuenta con algunos efectos secundarios, que aunque suelen ser poco frecuentes es importante recordarlos: Al consumir cúrcuma puedes ingerir aditivos inesperados y peligrosos como el plomo, así como harinas de centeno, trigo o mandioca. Este riesgo para la salud se debe a los procesos de adulteración destinados a abaratar los precios de producción.

La curcumina causa diarrea, hinchazón y otros problemas digestivos en una pequeña cantidad de personas si se toma considerables cantidades de forma habitual. También puede provocar dolores de cabeza o náuseas. La cúrcuma fresca puede mancharte las uñas o la piel de las manos de color amarillo que desaparece con un sencillo lavado. En grandes cantidades, se sabe que la cúrcuma puede causar algunos problemas de vesícula biliar, sobre todo a quienes tienen problemas preexistentes. También puede interferir con los medicamentos para la diabetes y provocar niveles de azúcar en sangre peligrosamente bajos.