Comer ciertos alimentos genera sensación de bienestar y felicidad. | @ azerbaijan_stockers

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La alimentación está muy relacionada con la felicidad y está de mostrado que comer algunos productos nos genera una sensación de bienestar que nos ayuda a ser más felices. La doctora en Bioquímica, especializada en Nutrición Personalizada y Nutrigenómica, Núria Granados, explica que «la felicidad es una emoción, una sensación de bienestar que nos invade cuando hemos alcanzado una meta deseada». En este sentido, añade que «las emociones se generan en la parte más primitiva de nuestro cerebro, la que compartimos con todos los mamíferos, incluso con los reptiles, el sistema límbico. Las neuronas que constituyen estas estructuras se comunican entre sí mediante moléculas llamadas neurotransmisores; en el caso de la felicidad, los principales neurotransmisores implicados son la dopamina y la serotonina».

Granados argumenta que «ambos los produce nuestro cuerpo a partir de aminoácidos que deben estar presentes en los alimentos: la fenilalanina y el triptófano respectivamente». Estos aminoácidos se encuentran en abundancia en frutos secos como las almendras, pistachos nueces y anacardos; en semillas como las de girasol, sésamo, calabaza y lino; en legumbres como la soja y sus derivados (tofu, tempeh, yogur, miso…), garbanzos y cacahuetes; en la avena o en pescados como el bacalao.

«Para que nuestro cuerpo pueda transformar estos aminoácidos en las 'moléculas de la felicidad' hacen falta otros componentes, como la vitamina B6, que afortunadamente viene en algunos de los alimentos citados (frutos secos, semillas y legumbres como el garbanzo) pero también en la patata y el ajo; la vitamina C, abundante en naranjas, fresas, kiwis y pimientos; y el hierro (en legumbres como las lentejas y judías pintas, semillas y frutos secos)». Otras moléculas que nos dan una sensación de euforia son las endorfinas, alimentos como el cacao y el picante pueden desencadenar esa respuesta.

La doctora en Bioquímica, especializada en Nutrición Personalizada y Nutrigenómica, sostiene que «para mimar nuestro cerebro es importante comer los alimentos llamados 'neuroprotectores' por su alto contenido en antioxidantes, en su mayoría de origen vegetal: granadas, arándanos, pimientos de colores, tomates, remolacha… En dos palabras: come color». Además, apunta que «si queremos potenciar este efecto de los alimentos no olvides realizar ejercicio físico y compartir las comidas, dos hábitos que nos ayudan a ser más felices».

Granados hace suyas las palabras de Paco León: «Felicidad es beber un vaso de agua fresquita una calurosa tarde de verano en Sevilla». En este sentido, la doctora añade que «quizás cocinar la felicidad no sean tan complicado si en nuestra despensa tenemos frutos secos, legumbres, semillas, vegetales y frutas de colores y agua».