Tras años de silencio, José María Franco se ha sincerado en 'En el nombre de Rocío'. | Telecinco

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José María Franco, chófer de Rocío Jurado, ha roto este lunes su silencio y ha confirmado que fue testigo de los malos tratos de Antonio David Flores a Rocío Carrasco. «Rocío preguntó a Antonio David que cuándo se iba a ir de su casa y él le respondió que solo se iría si se lo decía su abogada. Le dijo que le iba a dar una patada y cuando estaba por mitad de la escalera la agarró del cuello», reconoció a Jorge Javier Vázquez en En el nombre de Rocío.

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De este modo Franco, que a lo largo de los años había sido un firme defensor del exguardia civil, ha cambiado su versión y ha asegurado que se había dejado manipular. «Siento haber sido tan mala persona contigo. El tío este es un embaucador y siempre venía llorando a casa. Mi mujer y yo hemos caído como idiotas. Lo siento de verdad. Para lo que me necesites, aquí estoy», dijo entre lágrima a la hija de 'La Más grande'. Y es que, según su versión, ha vivido arrepentido durante este tiempo: «Quiero pedir disculpas porque le he hecho bastante daño. He tenido mala conciencia y he llorado muchas veces».

A pesar de sus mentiras, Carrasco le dio las gracias por este gesto: «Te lo agradezco y bueno, al final, recapacitar y tener la valentía de decirlo públicamente y afirmarlo en sede judicial tiene un valor. Quiero decir que a ver si Dios quiere y que todo esto se esclarezca». Eso sí, ha lamentado que el cambio de actitud haya sido tan tarde: «Esto podía haber sido antes y no hubiesen pasado muchísimas cosas de las que han pasado». Eso sí, Rocío no pudo evitar sentir incomodidad al sentarse frente a José María: «El hecho de verlo me lleva a un montón de cosas horrorosas. Me he dado cuenta de que a lo mejor soy menos fuerte de lo que pensaba».