En Nochevieja, parece que con el único fin de hacer caja, los menores de edad pudieron acceder a algún local nocturno del puerto de Ciutadella (previo pago de 10 € de entrada) y disfrutar de combinados a su elección. Señores empresarios: ¿no se les cae la cara de vergüenza de servir cubatas a niños de 15 años? Y si alguien se pregunta qué hacen chic@s de esa edad por esos sitios les aseguro que si los chavales no tuviesen ese reclamo de "lo prohibido a su alcance", no aparecerían por allí.