Antes de que vuelva a empezar la temporada turistica, año tras año, sufrimos al ver como la excavadora las destroza, estamos perdiendo estas tres ex maravillosas playas y nadie hace nada al respecto. Necesitamos toda la ayuda posible de todas las organizaciones dedicadas a proteger el medio ambiente. Muchas gracias "las algas no son basura".

La estampa no es nueva. Cada año se acumulan en las playas toneladas de algas. Una situación que genera incomodidad para los bañistas en periodo estival (por su impacto visual y por el olor que causa su descomposición al sol) y que forzaba a todos los ayuntamientos costeros a realizar retiradas continuas con excavadoras de todo el material amontonado.

Su destino final: el basurero. Lo que ha de cambiar ahora es la manera de abordar el problema. Nuevas instrucciones a los municipios aquejados periódicamente por esta problemática para aplicar una solución medioambientalmente menos dañina.

Y es que, con la retirada de las algas, principalmente de posidonia oceánica (su presencia supone un indicador de la buena calidad de las aguas), no sólo se eliminaban los residuos vegetales sino que, además, se producía una pérdida considerable de arena. De hecho, los estudios científicos realizados revelan que el 80% del material retirado durante estos procesos es arena, lo que supone una pérdida de material de la playa que posteriormente tiene que ser regenerada de manera artificial.