En la bajada por el torrente de la avenida Los delfines a Cala Forcat, de la primera torre eléctrica de alta tensión atraviesa el camino un tubo eléctrico de unos 5 centímetros. Del desgaste de pisarlo la gente se ven cables de un dedo de gordo. Llamé al ayuntamient y me dijeron que no es cosa de ellos que llame a Endesa. Les dije que mi intención era evitar tener que decir "se podía haber evitado". Estos operarios de la economía de Ciutadella son tremendos.