Se debería poner remedio a la porquería dejada por algunos pescadores. Hace unos días ocurrió en la tarima justo al lado de La Sirenita en el puerto de Maó. Para los que llevamos niños o perros es un peligro para ellos, además de la guarrada que supone dejar basura. No es un hecho aislado, es el pan de cada día, sobre todo en la zona donde antes estaban ubicados los depósitos de CLH.