Había sido un espejismo. La empresa Monkey Boats vuelve a tener sus barcas en el río de Cala Galdana, sin permiso ni autorización para operar. Sus dueños venden excursiones a pie de rampa y en el hueco que dejó la caseta que les retiraron por impago. Todo sigue igual. Aquí no pasa nada y seguimos esperando la presencia y actuación de alguna "autoridad" Permítanme que me ría porque esto además de triste e indignante es de risa. Cerrarán todas las empresas legales de la zona por fin de temporada y todavía seguirá esta gente trabajando riéndose de todos y de todo. ¿Y las dimisiones para cuando? Ja, ja ,ja!... era broma también.