Hartos estamos los vecinos y comerciantes de la calle Ciutat de Cursi, en Ciutadella, de que cada día amanezca la calle llena de excrementos de perro, es más un campo de minas que has de sortear para no llevarte un regalito a tu casa o al trabajo. Al igual que los pipís en las entradas del edificio y de los establecimientos, que dejan un perfume asqueroso, sobre todo días de sol. ¿Para cuándo las multas a estos actos incívicos?