Tres coches, tres, de la Guardia Civil mal aparcados esta tarde en Sant Lluís. En una esquina y sobre línea amarilla. Y no para hacer un acto de servicio, que sí que lo entendería, sino para tomar un café en el bar del lado.

Si fuera yo que hubiera mal aparcado seguro que enseguida me habrían multado. Pero a la Guardia Civil no. Y encima para ir a un bar, no para hacer un acto de servicio. El colmo. O todos blancos o todos negros.