Que el Faro de Cavalleria se haya convertido cada tarde de verano en un foco de atracción para observar la puesta de sol con centenares de personas apostadas sobre los rique coronan el acantilado o sobre la plataforma y terraza, que ofrecen espectaculares vistas al fenómeno fugaz y diario del astro rey engullido por las aguas del Mediterráneo.
Que algunos de los que acudieron a presenciar el pregón de Fornells, ubicados en las últimas filas, tuvieran más interés en sus conversaciones que en escuchar realmente a la pregonera.
Que este fin de semana -entre el viernes pasado y mañana lunes- estén programados 198 vuelos, que generan el tránsito de 30.532 pasajeros por el Aeropuerto de Menorca.
Que la fijación de precio para el libro «Menorca. La reserva de la biosfera al teu abast» (7 euros) haya requerido toda la panoplia de aprobación por el gobierno del Consell y publicación en el BOIB.