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Un día después de anunciar el bloqueo de 50 millones de euros en los presupuestos de la Comunidad Autónoma para pagar nóminas del personal, la presidenta del Govern balear, Francina Armengol, dio a conocer -con motivo de la inauguración del curso académico en la Universitat de les Illes Balears- que ha iniciado las gestiones para la puesta en marcha de los estudios de grado de Medicina a partir del próximo año.

Esta iniciativa, que es apoyada por gran parte del sector sanitario de Balears, también incluye numerosos aspectos que generan escepticismo. La viabilidad económica de una facultad de Medicina y las garantías sobre la calidad de la enseñanza son las cuestiones que más dudas generan porque no hablamos de una formación complementaria o de postgrado.

El Govern balear debe medir y valorar las consecuencias de la creación de esta facultad, cuyo coste supera los seis millones de euros anuales. ¿Una política agresiva de becas paliaría las actuales carencias? Los estudios de Medicina generarían una dinámica de la que se beneficiaría el conjunto de la sociedad, en primer lugar la mallorquina. Pero la cuestión es si Balears podrá financiarlos.