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QUE durante la plácida y soleada mañana del día de Navidad un pato decidiera dejar por un rato su refugio de la Albufera y dar un paseo sin prisas por la carretera que lleva a Es Grau, ajeno a la posibilidad de que un vehículo pudiera darle un susto. Quizás sabía que ayer la gente se lo tomaba con calma.

QUE el inicio de las fiestas navideñas se haya disfrutado con un tiempo muy agradable, aunque al caer la noche la humedad "inundara" la Isla.

QUE el Rey don Juan Carlos ofreciera su tradicional discurso navideño, semisentado sobre una mesa antigua de su despacho.

LA resignación con la que afrontan su tarea las personas que tienen que trabajar en estos días festivos y que muchos de ellos te regalen una sonrisa al atenderte.

QUE todavía se sigan encontrando explosivos de la Guerra Civil. El último, el pasado domingo en la localidad mallorquina de Consell.

QUE el Govern haya pedido "responsabilidad" a la hora de comprar, recomendando "un consumo seguro económicamente, saludable, solidario y sostenible".