En los pocos días que lleva este hombre como presidente, ha metido el pánico en el cuerpo al mundo entero, quizá no tanto a los que son como él. Por su culpa están obligando a que los países europeos, «sin comerlo ni beberlo» se metan en una fuerte inversión de una carrera armamentística. Gracias a esos dos personajes, el ruso y el americano, los dirigentes europeos han pensado en invertir 800.000 millones para rearmarnos como si eso pudiera ser la farmacopea que puede serenar su sinrazón de andar amenazando todo lo que se mueve. No contento, el presidente americano a la hora de manejar aranceles, ha decidido subir un 200 por cien al vino que de Europa va a América, con los cual los viticultores españoles tienen que estar que no les llega la camisa al cuerpo. Otra de sus amenazas es apropiarse del Canal de Panamá; si este hombre sigue así, acabará por amenazarse a sí mismo.

No sé a ustedes, pero a mí me resulta aterrador ver a Musk haciendo política con una motosierra. ¿A dónde nos puede llevar eso? Fíjense en la sacudida que acaba de dar la bolsa a nivel mundial. El día 10 de marzo de 2025, ante el temor que se generó de deterioro de la economía de EEUU porque a este personaje de la corbata roja se le ocurrió decir urbi et orbe que «no descarta una recesión», decir eso y temblar la bolsa mundial fue todo uno. Tesla, dirigida por Elon Musk, bajó un 15 por ciento, el Nasdag cayó un 3,8 por ciento. Pocas cosas habrá más sensibles en la economía global que la bolsa. La gran recesión comenzó en 2008. El motivo fue una burbuja inmobiliaria que se fraguó en EEUU y afectó a la bolsa en general. La Gran Depresión fue una terrible crisis económica desatada el 29 de octubre de 1929, la motivó el desplome de la bolsa de Nueva York, hubo varios suicidios por aquella causa que además empobreció a millones de personas. Es asombrosa la capacidad de generar un pánico que a la mínima se convierte en un alocado y gigantesco tsunami sin precedentes. En esta ocasión no solo por lo del Canal de Panamá si no por la insistencia que tiene este hombre de la corbata roja en anexionarse, ya puesto, hasta la gigantesca isla ártica de Groenlandia.
Después de zarandear la geopolítica europea donde aun quedan las huellas de lo que fue la Segunda Guerra Mundial, va este hombre desde su alto pedestal y acusa al presidente de Ucrania de «jugar con la tercera guerra mundial».
Mejor nos luciría el pelo si este hombre, al acostarse todas las noches, repasase el terremoto que está ocasionado. Europa está en un sinvivir, conviene recordar que la Unión Europea se creó como un proyecto de paz y ahora, por culpa de estos personajes, quieren gastarse millones en armamento, lo que se mire como se mire, no deja de ser también un sinsentido, un peligro latente frente a dos potencias, la rusa con 140 millones de rusos y la americana con 300 millones de americanos frente a una Europa de 500 millones. Pero todo se atropella para hacerse más siniestro si cabe porque no se nos puede pasar por alto el enorme potencial nuclear que Rusia y América tienen. Para colmo de males resulta que estas armas de destrucción masiva están al servicio de personas que hablan de una tercera guerra mundial como si eso fueran «pelos de cochino» que se cogen a puñaos.
Por si con estos dos jefes de estado, el planeta no estuviera ya bastante preocupado, Corea del Norte lanzó el lunes 10 de marzo 2025 varios misiles balísticos hacia el mar Amarillo en respuesta a los 11 días de ejercicios militares entre Corea del Sur y EEUU. Corea del Norte lo ha considerado una acción provocativa y como respuesta se ha puesto a lanzar misiles balísticos. En resumidas cuentas, parece que hubiera países que hayan empezado a desempolvar sus jinetes del Apocalipsis.