La velella capta miradas en la costa de Menorca: ¿Por qué ha llegado más este año?

Las rachas de viento y las mareas pueblan el litoral menorquín de este pequeño hidrozoo de intenso color azul

Panorámica general de la playa de Cala en Porter, donde la presencia de la velella es masiva | Katerina Pu

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Un año más la velella hace acto de presencia en la costa menorquina. Las fuertes rachas de viento ocurridas durante este mes de marzo, casi siempre en idéntica dirección, y las mareas y corrientes marinas han motivado que este pequeño hidrozoo que se alinea en el filo de los cnidarios, también, y coloquialmente, conocido como ‘barca de San Pedro’ se multiplique en número a orillas de la Isla, sobre todo al este, sur-este y sur de la misma.

«No sabemos si actualmente hay más velella o es que simplemente llega más cantidad», anotan desde la plataforma de ciencia ciudadana Observadores del Mar a raíz de sus primeras ‘apariciones’ de 2025 en la costa menorquina.

Eso sí, los medios y tecnología que ofrecen los tiempos actuales, en ese sentido con el móvil y su consiguiente cámara como producto estrella, acercan e incrementan las posibilidades para poder detectar o rastrear la velella.

También es un factor que influye en la impresión, al ser hoy día más fácil inmortalizar cualquier situación, «y que cuando hay un aviso, parece que todo el mundo está más pendiente por si ve más o no», conceden desde el servicio de comunicación de Observadores del Mar.

Y en ese marco, destaca también el sitio web de la propia plataforma, cuyo mapa virtual indica con detalle y precisión, ya no solo los enclaves en los que radica o se localiza velella, sino cualquier otro ser vivo o elemento que integre la fauna marina.

Colaboración ciudadana

«La contribución ciudadana -desde buceadores hasta gente que pasea por la playa o clases enteras de un colegio-, es clave en ese sentido», admiten desde Observadores del Mar, que al respecto no definen un patrón concreto, puesto que «muchas personas están muy concienciadas con todo lo relacionado con el mar, y por tanto muchas son las que avisan o nos mandan fotos».

La velella, que suele formar un extenso manto azul que une mar y arena, es molesta para el bañista u otros usuarios de la playa, además de que desprende un olor poco agradable.

Se caracteriza por su ‘vela’ translúcida que sobresale por encima y le permite navegar a merced del viento, de ahí que se la refiera como ‘barca de San Pedro’.

Su intenso color azul es otro de sus rasgos más llamativos, lo que no es sino una suerte de estrategia de defensa conocida como coloración críptica, que les ayuda a camuflarse en el agua y por tanto a protegerse de depredadores, peces o tortugas marinas.

¿Y es útil o se puede optimizar como se hace con otras especies de la fauna marina? Desde Observadores del Mar, el equipo que está estudiando las medusas, «vemos si se puede utilizar o aprovechar lo que es la parte gelatinosa. La velella en cambio, es muy poco gelatinosa. Otras medusas sí pueden tener mejor aprovechamiento», anotan desde la plataforma acerca de un tipo de medusa cuya presencia en la costa menorquina es también augurio de que el verano está más cerca.