La ampliación del geriátrico de Sant Lluís lleva meses acabada, con el equipamiento embalado y sin estrenar, a la espera ahora de licitar la gestión del servicio. Lo mismo ocurrió hace unos años en Ferreries. No solo son las obras de construcción, sino también los procesos, excesivamente largos de la administración, los que eternizan los proyectos para habilitar nuevas residencias de mayores. Si no es el problema para redactar y tramitar estas laboriosas adjudicaciones, entonces son los debates políticos que pasan de un mandato a otro, sobre si es mejor una obra nueva o rehabilitar; o sobre dónde se tienen que ubicar este tipo de servicios, así ocurrió en Es Castell y está pasando también en Alaior. No siempre pensando en lo mejor para el ciudadano, porque mientras se enrocan en sus posturas, pasan los años.
Vía libre
Sin tiempo para esperar
11/09/24 4:00
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