TW

Hemos despedido Agosto entre lágrimas y regocijos, todo depende en el sector que te ha tocado moverte. Quienes no somos amantes de los fuertes calores y que huimos de las aglomeraciones y de esa pegajosa sensación que te produce la humedad añadida, ponemos velitas imaginarias para que el santo que corresponda si lo hay, nos traiga alguna lluvia y la tramontana de un bandazo a tanto sofoco.

Noticias relacionadas

Escribo esto al son de truenos y fuerte lluvia y al parecer mi ruego fue escuchado a medias y he podido cargar mis pulmones de nuevas sensaciones aunque me imagino que poco va a durar, como todo aquello bueno que se desea con toda el alma. Cuando nos hayamos comido algo más de la mitad de este Septiembre, entraremos en esa mágica etapa de la sensación de que volvemos a recuperar momentos y lugares que si no perdidos del todo, las muchedumbres nos habían robado, alquilado o tomado prestados.

Lo mismo nos ocurrirá con las personas que irán apareciendo como sacadas de un cuento de hadas, los nuestros y los de ellos, los de siempre, los que te encontrabas cada dos por tres o cada cuatro por cinco en cualquier esquina, calle o plaza y que parecía que se los había tragado la tierra o cualquiera de esos horribles monstruos mitológicos que te tragaban sin saborear. Ahora solo queda tener paciencia, algo más y esperar a que aparezcan a nuestros pies muchos de nuestros sueños que creíamos perdidos.