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El dinero que venía regularmente para mejorar las carreteras de Menorca y el resto de las islas de Balears a través de los convenios de carreteras ha dejado de llegar por una decisión política del Gobierno socialista. Una muestra clara y rotunda del trato discriminatorio de Sánchez hacia los ciudadanos que vivimos en Balears.

Mientras en todas las regiones de España el Estado tiene competencias en autopistas, autovías o carreteras nacionales, es decir, realiza continuamente obras de mejora y mantenimiento, en Balears destina ahora mismo cero euros a las carreteras, toda una discriminación. Es más, una discriminación a sabiendas, porque hasta esta última legislatura el Estado aportaba dinero a las carreteras de las islas a través de convenios con el Consell, pero ha decidido dejar de hacerlo con el beneplácito del PSOE balear.

Resulta paradójico que mientras algunas comunidades autónomas pidan un trato especial y nuevos cupos, con el aparente visto bueno del socialismo, a Balears y a Menorca nos recorten la financiación que ya teníamos. Es un escándalo que el Estado invierta cero euros para el mantenimiento y mejora de las carreteras de Balears, mientras que en las demás comunidades autónomas sí aporta financiación. No pedimos ser más que nadie, pero tampoco menos.     

Por este motivo desde el Partido Popular hemos presentado en el Senado una incitativa para exigir al Gobierno de España la financiación para los Convenios de Carreteras de Balears, una incitativa que fue aprobada por mayoría absoluta pese al voto en contra del PSOE, que justificó que recibimos suficiente financiación. Sinceramente, un insulto a la inteligencia, ya que Balears es una de las comunidades peores financiadas, por no decir la peor.

Produce vergüenza ajena que, una vez más, el PSOE en Menorca vote a favor de la propuesta del PP de recuperar el convenio de carreteras, y cuando llega a Madrid, el mismo PSOE vote en contra. No es de extrañar que ningún senador del PSOE de Balears interviniera, es más, que tan siquiera acudiera al debate.

El silencio del socialismo menorquín y balear en este tema es tan ensordecedor, como la nula gestión y falta de ejecución de proyectos en materia de carreteras por parte del tripartito de PSOE, Més por Menorca y Podemos de los últimos ocho años en el Consell Insular de Menorca. Por eso ahora callan, ya que también son responsables de que se perdiera el dinero ya acordado con el Gobierno de España. Se podría haber realizado una adenda y prorrogado el convenio, pero no se hizo.

Mientras tanto, los menorquines vemos cómo el estado de algunos tramos de la carretera general son muy deficientes, motivo por el cual el presidente del Consell Insular de Menorca, Dolfo Vilafranca, ha presentado un plan de choque tanto en el tramo de Es Mercadal a Ferreries, como el de Mahón a Alaior.

Un buen trabajo del Consell que necesita reciprocidad por parte del Estado y que aporte fondos, como hacía hasta ahora, para que la factura no la tengamos que pagar todos los menorquines.

En pocos días se cumplirá un año de las elecciones generales del 23 de julio de 2023, y, en estos 12 meses el PSOE ha votado en contra de la mayoría de iniciativas positivas para Balears. Por poner un par de ejemplos: ha votado en contra de financiar el transporte de residuos, en contra de establecer excepciones en la subida de tasas aéreas en los territorios insulares, en contra de mejorar el complemento de insularidad de los funcionarios públicos estatales, en contra de agilizar los trámites para    la llegada del segundo cable eléctrico submarino entre Menorca y Mallorca y en contra de retomar los convenios de carreteras.

El trato de segunda del Gobierno de Sánchez hacia las islas y Menorca se refleja también en los recortes en el personal del SEPE, Correos, u otros organismos que dependen del Estado, o queriendo imponer un experimento de torre de control virtual en Aeropuerto de Menorca, proyecto que cuenta incluso con el rechazo de los controladores aéreos.

Desde el Partido Popular seguiremos defendiendo siempre los intereses de Menorca. Y lo haremos, como siempre, desde aquí, pero también en Madrid.