El Consell actual se ha encontrado con un contrato de recogida selectiva de residuos que firmaron sus antecesores y que ahora tiene que cumplir. Un contrato por ocho años que de momento se aplica en su totalidad en Es Castell y está parcialmente implantado en Maó, donde quedan pendientes barrios densamente poblados como Avenida Menorca, Andrea Doria y Ses Vinyes. La actitud ciudadana en general ha sido de aceptación, no queda otra, ya que la recogida selectiva conlleva la desaparición de los contenedores que había en las calles. Ese es uno de los puntos controvertidos del sistema, porque da coartada a los guarros que se deshacen de bolsas en cualquier camino o esquina, o junto a una papelera, cuando esa no es su función. También alienta el llamado turismo de basuras y dificulta el civismo de quienes recogen la porquería ajena o quieren depositar su propia bolsa cuando hay un fallo y no la recogen los operarios.
Vía libre
La intimidad que tiramos
10/07/24 4:00
También en Opinión
- Brutal agresión de un menor a un gato en un parque de Alaior: la Protectora pide ayuda
- La banda de ‘narcos’ que traía cocaína a Menorca admite los hechos y podría eludir la prisión
- AENA ficha a una ingeniera del Aeropuerto de Menorca para dirigir Son Bonet en Mallorca
- La experiencia de un piloto entre islas: «Los equipos deportivos son los que más se descontrolan a bordo»
- Lafuente: «La playa de Cala en Porter se está regenerando sola»