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Ya se acabaron las fiestas y parece que la alergia de los niños se traslade a los adultos, y también las ganas de ver, tocar pero sobre todo fotografiar!

Una verdadera pesadilla lo de los móviles en alto para hacer una foto... y ¡el de detrás! ¡que espabile!

Y digo esto porque estuve en el puerto de Mahón esperando la llegada de los Reyes Magos... una experiencia que recomiendo, sea cual sea la edad que tengáis.

La organización del Ayuntamiento de Mahón fue muy buena aunque la música no estuvo a la altura (dos músicas estridentes en dos carrozas al mismo tiempo). Pero la cabalgata superemocionante.

Pero como ya me conocéis, siempre pienso que se pueden mejorar las cosas, así que quiero hacer una sugerencia para el    próximo año... guardar una «fila cero» en los frentes del muelle donde llegan los Reyes y en algún lugar más, para menores de 10 años. Tuve que sugerir a varios adultos que estaban en primera fila con sus dichosos móviles que dejaran sitio a un montón de niños que no podían ver nada... algunos de los adultos se retiraron pero la mayoría ahí se quedó tapando la vista y la ilusión a los que realmente va dedicada esa noche: los peques.

Ciertamente son fiestas muy emocionantes y creo que a pesar de todo lo que está ocurriendo en el mundo, pudimos ilusionarnos viendo sobre todo la cara de los pequeños y de muchos padres... un buenísimo momento.

Más allá de nuestras fronteras hay tantos pequeños que no solo no pueden disfrutar de un día en paz de sus fiestas religiosas, de sus colegios, que miran hacia arriba no para ver la estrella de oriente o las cometas volando, sino que están mirando al cielo para ver si llega otro petardo... pero ese petardo mata, ese petardo asusta… ese petardo no les deja vivir ni un momento de paz o de felicidad.

Ucrania, Palestina, Líbano... y ¡Afganistán! Entre muchos otros lugares donde las libertades, los derechos más mínimos han sido masacrados por tremendas dictaduras o directamente a base de bombazos.

¿No os dan ganas de llorar? ¿No os sentís abrumados por tanto dolor? Personalmente esto me puede, me deja en un estado de profunda tristeza y preguntándome ¿qué podemos hacer?

Aunque ya sepamos que nuestra ayuda puede no mover casi nada, si todos apoyamos, si nos informamos de cómo y dónde poder ayudar y actuamos, esa ayuda conjunta algo moverá... estoy convencida que todas pensamos ¿como podría ayudar? Pues pongámonos en marcha y ojalá el año próximo los niños de estos países miren hacia arriba para ver un cielo limpio, un cielo estrellado o soleado...

Hay muchas entidades que están por la labor: médicos sin fronteras, ACNUR, Cruz Roja y una, en la que estoy seriamente involucrada que está ayudando a familias afganas, se llama People Help (https://www.peoplehelp.eu). Os invito a que las conozcáis.

Siempre podemos hacer algo más por los demás.

Pues eso, ¡un 2024 más solidario!