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Sábado 16 de diciembre. 9,30 de la mañana. ‘Ciudad Condal' (Ciutat Comtal, Rambla de Cataluña, Barcelona). Desayunamos tocando unas ‘flautas de jamón' que pasan por ser de las mejores del Condado siciliano de los Pujols. A nuestro lado se sienta una ciudadana japonesa joven y no mal parecida. Está sola pero se acompaña de un bolso grande y caro. Toma unas gambas al ajillo y unas almejas, todo acompañado de un café con leche. A las nueve y media de la mañana. Al parecer disfruta. Un novedoso desayuno que nos recuerda al ‘relaxing cup of coffee' de la señora de Aznar en la Plaza Mayor de Madrid. Intuyo que la ‘ojos rasgados' debe de haber comenzado una particular jornada turística donde estará forzada a cubrir etapas, probar platos y visitar los sitios recomendados por su guía turística. Me la imagino después visitando La Pedrera, el Turó Park, La Sagrada Familia... para acabar comiendo paella en el Set Portes, esa sucursal nipona en la ex villa olímpica. Por la tarde unas compras en el Paseo de Gracia y habrá cumplido con el recorrido completo.

En Barcelona se respira un aire de impase. Mi instinto (no siempre ajustado a derecho) me dice que se está a la espera de que suceda algo. Todos están pendientes de Puigdemont y de su nuevo mayordomo, el tal Sánchez. Mientras, la dualidad presidencial de la Generalitat ya resulta cómica. Un desesperado inútil que ya no pinta nada y un cobarde huido. Dos por el precio de dos. Doble gasto. Vaya por Dios.

La semana pasada en España ha sido de un bochorno continuado. Comenzó con la presentación el lunes de un supuesto libro del presidente del Gobierno español que todos saben no ha escrito él (ni tampoco, aseguran las lenguas informadas, consta que lo haya leído). Se lo presentó el rey de la telebasura inmunda (que algunos consideran elección muy adecuada para el caso), esa que embrutece y atonta a las chachas y chachos y a las clases medias y medios españolas de la mano de un sensacionalismo degenerado. Fue divertido comprobar cómo hizo las delicias de los 14 traseros ministeriales que, al modo norcoreano, embobados y cegados por el fulgor del celestino político, asistieron al acto sentados y alineados en primera fila levantando las manos y como exclamando: ¡Eh, he venido, estoy aquí ¿Me ves Pedrito? La perfecta claca. Patético.     

El martes vivimos otra sesión gloriosa y clarificadora en el Congreso de los Diputados. Se iniciaba la tramitación de esa cosa que pondrá en peligro la igualdad y la convivencia entre los españoles al primar los intereses particulares de los delincuentes frente a los generales y legales. Pero su instigador no se atrevió a estar presente en el hemiciclo. En su lugar decidió mandar a un lacayo para que hiciera el ridículo por él. Otra prueba de cobardía supina. Eso nos hizo recordar que también se escondió cuando la ley del «sí es sí», aquella que supuso la liberación de tantos depredadores sexuales. Pero lo más extraordinario fueron las intervenciones de los socios del embustero sin tregua que confirmaron clarísimamente que van a continuar con su ruta, y ahora ya sin miedo a la ley, porque se ha incapacitado al Estado para responderles. Será un gratis total.

La intervención de la dóberwoman puigdemoníaca que, chula ella y amparada por el sanchismo barmengolés, insultó, amenazó y señaló a los jueces españoles, resultó tercermundista, propia de una dictadura sudamericana. En cualquier democracia occidental ya estaría haciendo calceta en prisión. No menos clarificadora fue la intervención de ERC que confirmó sus planes de ruptura con España. Sin tapujos. La más eficaz fábrica de independentistas será Sánchez que ha despenalizado todos los diques del perimetraje legal. El 155 los contuvo pero ahora el gobierno sanchista ha derruido todos los diques de contención. Inminente colisión.

Sigamos. El miércoles fue de traca. En el Parlamento Europeo coincidieron el del capó y el mentiroso crónico, es decir el novio a la fuga y el que lo tenía que detener. Estando a 3 metros uno del otro se ignoraron hasta que el fugado amenazó y humilló con sus advertencias al aún presidente español ante toda la Asamblea del Parlamento Europeo. Después Manfred Weber, presidente del PPE, desplumó a Sánchez y este huyó de la sala. Ahora ya le conocen en todo el continente y ello ha significado la disolución del romance con Van der Leyen.

El jueves nos aportó el pacto del PSOE con los retrógrados de Bildu en Navarra. Al parecer ya nadie recuerda a los socialistas asesinados por ETA. Efectivamente, ‘harán cosas que nos helarán la sangre'. ¿Y para qué continuar si cada día hay un nuevo escándalo? Malos tiempos para la cordura y la decencia.

Notas:

1- Cuanto antes entienda el PP Balear que depende de Vox mejor para todos.

2- En Madrid ya empiezan a conocer a Armengol. ¿Cómo ha podido engañar a tanta gente en Balears?

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3- Que unos delincuentes sentenciados acusen a los jueces de prevaricar es el colmo de todos los colmos.

4- ¿Habrá manifestaciones ante los ayuntamientos menorquines, culpables únicos de la falta de pisos en la Isla?   

5- Embarcando hacia Menorca vimos a un niño de unos 12 años leyendo un libro. Sus padres parecían inteligentes.

6- En el kiosko Universal (La Boquería) unos americamos se extasiaron viendo hacer lo que en Madrid se llama «pan tumaca». Nunca habían visto ese ‘fregao'.

7- El reportaje sobre el asesinato de Carrero Blanco en la Sexta cumplió con las expectativas tendenciosas de esa cadena. ¿A qué viene ahora insinuar que Arias Navarro sabía del atentado y no hizo nada para evitarlo?

8- ¿Nadie pagará por el sobrecoste de la carretera general? ¿Al menos se embargará el local al GOB, no?

9-A algunos periodistas iliberales les preocupan más los derechos de grupo que los derechos individuales' (A.Miller)

10- Para seguir en Moncloa Sánchez liquida el estado de derecho, humilla a la nación y facilita lo que nunca soñaron los terroristas y golpistas: que fuera el Gobierno de España el verdugo de su nación'. (FJL. El Mundo)

11- Ya no puede salir a la calle sin ser sistemáticamente silbado y abucheado. Pobre hombre.