Pues ya ven, unos contamos los mililitros de champú y estrujamos camisetas en la maletita, para irnos de viaje con el billete más barato posible, y otros van sobrados y se llevan hasta los cantos rodados de las playas. Poco a poco, turista a turista, la última cifra de material geológico expoliado del medio natural de Menorca, entre arena, piedrecitas y ya que estamos, por qué no, algunos fósiles, es sorprendente: una tonelada, 1.038 kilogramos que han sido detectados en los arcos de seguridad del aeropuerto este año. Con la cantidad de gente que pasa por la isla en un solo verano la práctica de llevarse trozos del paisaje como souvenir nos puede dejar pelados, es un deterioro lento y silencioso pero seguro.
Vía libre
Ensaimadas, abarcas y arena
07/11/23 4:01
También en Opinión
- Un menorquín exadicto al fentanilo: «Me arruinó la vida, estuve a punto de morir tres veces»
- La batalla perdida contra la procesionaria en Menorca: las empresas piden volver a las fumigaciones
- Denuncian barreras idiomáticas y falta de mantenimiento en el barco de GNV que enlaza Barcelona con Maó
- Detenido por amenazar con quemar a su mujer y sus dos hijos en una casa de Ciutadella
- Un economista avisa: «El sistema de pensiones está casi quebrado; sin las aportaciones del Estado no se podría pagar a los jubilados»