Las fiestas de Sant Joan de Ciutadella, este grandioso espectáculo de luz, tradición, color e historia con el atávico magnetismo de los centauros caixers i cavallers, tiene la capacidad de retrasar, incluso, la investidura de la próxima presidenta del Govern.
Marga Prohens abre un paréntesis en estos días de negociaciones para interrumpir la partida de ajedrez político con Vox y acudirá a su anual cita santjoanera. Conoce bien esta mujer, que combina la determinación con la audacia, cuáles son momentos, los espacios y las casas de Ciutadella donde puede disfrutar plenamente de la magia única de Sant Joan.
Muchos de los nuevos diputados que tomaron posesión en la sesión de constitución del Parlament el martes -menorquines y mallorquines- también vienen a la ciudad levítica y señorial. Porque Sant Joan marca un antes y un después en todos los calendarios: agrícola, escolar, político y empresarial. Son unos días que abren un gran paréntesis lúdico, con el reencuentro de familiares y amigos, y la evocación de aquellos que ya no podrán acompañarnos.
Atrás quedan los días de incertidumbre y tensión que trajeron la sorpresa de Juana Mari Pons Torres como alcaldesa de Ciutadella y Joan Palliser como alcalde de Es Mercadal, mientras Prohens y Dolfo Vilafranca aguardan los plenos en los que accederán a las presidencias del Govern y el Consell. Tiempo de gran mudanza política. Y mientras se configuran las nuevas instituciones, en estos días de traspaso de poderes, llega la gran fiesta que los payeses del municipio de Ciutadella han conservado y sabido transmitir.
No es tiempo de reproches ni de discrepancias, porque Sant Joan sólo se vive una vez al año y constituye una maravillosa oportunidad que se debe disfrutar desde el primer minuto. Será la última entrada en el Caragol des Born de Borja Saura, y la primera fiesta del nuevo obispo Gerard y la nueva alcaldesa Pons Torres. Sort i ventura!