Hace ya un par de siglos que los Monty Python, esos cómicos maravillosos e irreverentes, se ausentaron de Judea para mudarse a vivir a la hermosa Costa Brava. Allí, bajo el sol que más calienta, se asentaron y reprodujeron en una tierra que también tenía necesidad imperiosa de ser liberada de los puñeteros romanos. Y así echaron raíces transmitiendo de generación a generación sus tradiciones guerreras para que cuando fuesen requeridos para ello pudieran continuar las luchas fratricidas que tan famosos hicieron a sus antepasados en la antigua Judea (y que tan brillantemente se explican en la película «La vida de Brian»).
Efectivamente, los descendientes de aquel Frente Popular de Judea, enemigo acérrimo de su clásico e histórico oponente el Frente de Judea Popular, han mantenido vigentes sus obsesiones y han seguido atornillados a sus impossible dreams. Consecuentemente, y siguiendo su tradición, sus actuales clanes siguen destrozándose entre ellos mientras los nuevos romanos se fuman un puro sentados cómodamente en el anfiteatro local asistiendo jocosos al espectáculo circense que se les brinda. La única novedad es que las consecuencias de «la parte contratante de la primera parte...» ha conducido a un cambio de nombres. Así pues, veamos como transcurre hoy el enfrentamiento entre ellos.
Imagíneselo: un circo lleno hasta la bandera. Suenan las trompetas y trombones anunciando el comienzo del espectáculo bajo la siguiente proclama: «Ladies and gentlemen... por el portal izquierdo y ante uds... los Encolerizados Remugones Cabreados (ERC, s.c.p), un total de 250 kilos». Aplausos y desaprobaciones varias cuando aparece en la arena un ser extremadamente bien alimentado junto a una pera de procedencia aragonesa, de menor tamaño ella aunque adecuada. No parecen estar oprimidos aunque sí lucen, efectivamente, muy cabreados. Pero només bovetjen, dicen los entendidos. Desde el portal derecho del coso salen los otros gladiadores. «Y ante todos uds., y para su deleite y disfrute, aquí tenemos a ¡Junts per la Pela, S.A.!, 285 kilos y subiendo». Y así esos oponentes anti romanos aparecen vestidos de paño belga e ilusión catarí. Visten trajes deportivos caros y lucen corte de pelo caviar. De salida, y ya manifestando sus pretensiones, se van dando de codazos entre ellos para conseguir la mejor posición en la arena con el fin de medrar por el prometido aguinaldo del 3% al que tendrán derecho si ganan el combate.
Y entonces estallan las emociones entre el populacho oyéndose gritos guturales a favor de unos mismos y en contra de los oponentes. Al caer la banderola llega el momento en que esos heroicos luchadores anti-romanos comienzan a descuartizarse entre ellos mientras el público y los medios subvencionados aúllan con una emotividad indescriptible que ni un Barça-Madrid. The show must go on.
El permanente enfrentamiento de estos contrincantes históricos en la Roma actual no es fácil describirla ni entenderla. Dentro de cada uno de los grupos contendientes existen facciones opuestas al clan dirigente, que no diligente. Por ejemplo, la facción judeo masoquista de los Remugones Colorados no soporta al oso mayor del grupo que se cree su sempiterno Conducator, sino que, contrariamente, apoya a la pieza frutal, mucho más olorosa, como nuevo dirigente de su camarilla. Por su parte la facción oso buco es contraria a la huerta y prefiere la carne. La noticia de que el oso mayor ha sido declarado indisponible para presentarse a la siguiente convocatoria de cacería de votos ha sido la mejor noticia que haya podido recibir la facción frutal aunque, claro, disimule su alegría.
Por su parte los ‘unificados por la pela', también están mega divididos. Su Jordán particular (el Llobregat) se trifurca en tres afluentes. El primero está encabezado por una niña que creció demasiado y el segundo por un Pijus Magníficus que se fugó de Roma dentro del capó de una cuadriga de segunda mano. El tercero, llamado El Tapat, ya no se sabe quién es aunque dicen que su fantasmagórica figura merodea encapuchado por los alrededores del circo con aire lúgubre y dudoso. Todos luchan contra todos ellos en una lasciva cama redonda de ambiciones y puñaladas. Estos otros dos afluentes están encantados con que la niña esa sea pronto sentenciada a varios años de cárcel por corrupción contra el pueblo romano (sentencia que dicen cumplirá en una cárcel sevillana) pa' que no les dé sombra, más que ná. Contrariamente la niña corrupta reza en arameo para que los ausentes no regresen no sea que le quiten el sillón por aquello de «quien va a Sevilla pierde su silla».
Sí, todos luchan contra todos (¿lo habrán aprendido del Gobierno Sánchez?). Y también contra Roma, no se olvide. Y aunque son guerras compartidas muestran estrategias diferentes. Así unos, aparentemente apaciguados, conviven e incluso se magrean con los romanos, mientras los otros, más puros de espíritu, detestan esta actitud y abogan por seguir blandiendo las dagas ansiando poder coger otra melopea como aquella del 1-O. Entretanto Roma, llena de paciencia y viciada por su Emperador, ha despenalizado los intentos de sedición, ruptura y despilfarro público en sus provincias y sigue financiando a los descendientes de Monty Python. Vaya por Dios.
Notas:
1 - Esta semana hemos sabido que también existen los «chochos voladores». Nunca es tarde para aprender.
2 - Para lo único que ha servido la autonosuya balear ha sido para catalanizar Baleares. Triste aniversario.
3 - De paridades y paridas: desde ya los equipos de fútbol deberán tener 12 jugadores: seis mujeres y seis hombres. Y el portero deberá ser trans. Se especula con que la defensa será femenina y el ataque masculino.
4 - Sallent: La niña suicidada sufría presión xenófoba porque tenía acento argentino y dificultades con el catalán impuesto. El fascismo lingüístico la ayudó a suicidarse.