La revista «Investigación y ciencia» publicó en enero su último número. El 556 de una publicación que nació en 1976, en los años en que se preparaba la transición a una sociedad mejor. Su misión era la divulgación de la investigación científica, poner el conocimiento al alcance de quien quisiera, «democratizar» la ciencia para que no fuera solo el territorio de los especialistas. Su desaparición puede ser un síntoma de otro cambio trascendental que vive la sociedad hoy: la pérdida del interés por el conocimiento y la información de calidad, a cambio de otros productos de consumo rápido. La cantidad abruma y la calidad se desprecia. Y eso hace a los ciudadanos más manipulables y a los líderes, más inmunes a los efectos de la denuncia social, a las consecuencias del escándalo y de la corrupción. En definitiva, el populismo se beneficia del desconocimiento y la simplificación. La victoria del relato sobre los datos y la verdad. Y para eso, cada vez disponen de medios más eficaces y de ciudadanos más pasivos.
Terra de Vent
A quién le importa
12/02/23 4:00
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