El camino a seguir para superar los problemas que ha causado el cambio climático del que ya tenemos abundantes referencias es complejo. Además la falta de acciones reales de muchos gobiernos, que hablan mucho de medidas a tomar y que no toman ninguna, hace que cada vez nos parezca menos real el camino a seguir. Muchos son los objetivos a conseguir dentro de veinte o treinta años, pero no parece que vayamos a llegar a ellos si no empezamos a andar rápidos.
Se habla mucho de coches eléctricos, pero de momento en Estados Unidos se ven pocos, no llega al 2 por ciento de todos los coches y en España está algo más alto pero poco. Este progreso lento nos puede dar la impresión que conseguir un cambio total es casi imposible. Pero no es así, algunos países han tomado iniciativas muy efectivas y el cambio al día de hoy ya es importante. El mejor ejemplo de estas políticas activas está en Noruega, en donde se ha llegado ya a superar el 60 por ciento de coches eléctricos sobre el total.
El que ya en Noruega los coches eléctricos ya sean mayoría muestra la posibilidad real de seguir este camino. Pero no solo son coches, también son trenes, bicicletas, autobuses, etc. Toda una infraestructura de transporte basada en sistemas eléctricos. Esto se ha conseguido gracias a las medidas tomadas por los diferentes gobiernos noruegos en los últimos años. Se han dado ayudas a la compra de coches eléctricos, reducción en los impuestos y en los peajes de las autopistas. Por otra parte se han subido impuestos a los coches que contaminan. Toda una revolución en el transporte gracias a este sistemas de medidas dirigidas al cambio.
Esta política de cambio en el transporte público no tendría un impacto real en la disminución de la polución si no estuviera acompañado de una reducción del uso de combustibles fósiles en la producción de electricidad. En Noruega se ha tenido eso en cuenta y la producción de electricidad por fuentes renovables domina totalmente. La producción hidroeléctrica cubre el 96 por ciento de la demanda en ese país. También se esta desarrollando bastante la producción eólica en las costas. No solo con eso se ha mejorado mucho la situación de Noruega por el cambio climático sino que también se ha conseguido que el precio de la electricidad sea uno de los más baratos del mundo.
Nueva Zelanda iba algo retrasada comparada con otras naciones en la eliminación de los greenhouse gases, pero con la llegada de la nueva primera ministra, Jacinda Ardern, se han puesto planes en marcha bastante efectivos para transformar la flota de coches en coches eléctricos. Se dan subsidios elevados para comprar coches eléctricos, se han puesto impuestos en los coches que no lo son y causan emisiones. También se han reducido los peajes de los coches eléctricos en las autopistas.
Jacinda Ardern ha representado un cambio importante en Nueva Zelanda. Una mujer de gran habilidad política y con una increíble capacidad de conectar con la gente. Ha sido todo un símbolo durante la pandemia por lo bien que lo ha llevado y ha conseguido limitar el número de muertos por coronavirus en su país a 26. Ahora tiene esa gran oportunidad para cambiar el ritmo de emisiones en Nueva Zelanda y ciertamente lo está llevando a cabo. Es curioso el impacto mundial que ella ha tenido y se ha transformado en todo un símbolo de lo que son capaces de hacer las mujeres en política.
En este sentido tenemos una gran oportunidad en España. Yolanda Díaz podría se la Jacinda de España. Ha demostrado su gran habilidad para pactar y llegar a acuerdos. Ha trabajado sin parar durante la pandemia para garantizar la mejor salida económica de la crisis para la clase trabajadora y dado el panorama político que tenemos se ha demostrado claramente superior a todos los demás políticos. Ella puede ser clave para marcar el camino a seguir.
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