Si el gobierno esperaba gestos de arrepentimiento, gestos de concordia de los «agraciados» con el indulto, es que no tiene ni idea del fenómeno secesionista catalán, porque lo primero que han hecho al poner el pie en la calle revestidos de indulto, ha sido lanzar sus consignas separatistas, esgrimiendo su voluntad de «ho tornarem a fer». Decía José Bono el otro día por televisión «que de la cárcel no se sale mejor de cómo se entró» sobre todo en temas de haberse forjado una larga trayectoria separatista, acuñada en años de autoconvencerse de que van por el buen camino, confundiendo su libertad con creerse diferentes de los otros.
El indulto está muy bien, es una generosa muestra de pretender un acercamiento, una concordia a todas luces necesaria. Lo malo es, que la otra pareja de este baile no va al mismo compás, porque su letra y su música sólo forman pareja con la independencia, el separatismo el secesionismo radical, lo demás es embolicar la troca. Sánchez ha sembrado bien, aunque mucho me temo que en tierra yerma, y por ello, probablemente estéril, con lo cual no va a recoger la cosecha que se merece. Por otra parte, ajustando bien los parámetros de la situación, el separatismo catalán no tiene aún agavillado el personal suficiente para ir hacia una independencia. Aun así, el gobierno de España no puede jugar la carta de un referéndum, aunque solo fuera por ver lo que pasaría, porque somos igual de curiosos podría perderlo y entonces se encontraría como se encontró David Cameron con el referéndum del Brexit. Entre los unos y los otros tienen montado un pifostio que solo Dios sabe qué insospechadas consecuencias puede acarrear.
Para mí tengo que los catalanes independentistas no han sopesado a fondo lo que se les puede venir encima si una noche se acuestan catalanes-españoles y por la mañana se despiertan republicanos o catalanes nada más. En este país nuestro ya pasó un día acostarnos monárquicos y levantarnos republicanos. Eso se me figura una metamorfosis compleja y exigente y sin duda cara de mantener.
2 Se equivocó Sánchez si alguna vez creyó que los indultos del procés iban a tener un nuevo espíritu democrático, porque en su lógica y tozuda coherencia solo pueden aceptar la independencia, otra cosa sería no estar seguros de por qué haber pasado estos años en la cárcel. Y hablando de cárcel, hay gente que sigue creyendo que España tenía a políticos catalanes en la cárcel, cuando la verdad es que en la cárcel se estaba no por sus ideas si no por sus hechos, ya que cada uno es muy dueño de tener las ideas que le vengan en gana, lo que no se puede es hacer con la ley mangas y capirotes para que su sentir separatista logre su particular objetivo ¿Se puede ser separatista? Por supuesto que sí, pero eso no sirve para obligar a que lo sean otros que no quieren serlo.
Los nueve que han sido indultados, deberían mirar los millones de euros que ya ha costado su empecinamiento, y de momento total para nada, por más que «exaltados» como Jordi Cuixart hiciera al salir de la cárcel de Llenoders la V de la victoria con los dedos que otrora popularizase Churchill.
El Sr. Sánchez no debería echar en saco roto que a algún iluminado se le ocurra también al rebufo pedir una suerte de indulto para los presos de ETA, todo que aquellos sí tienen delitos de sangre, por consiguiente son presos muy diferentes.