No sé lo que daría por aburrirme, dejar pasar las horas indolentemente, leer alguna novelita intrascendente, ver alguna serie de televisión, como la espléndida «The Crown», intercambiar whatsapps de viejo verde con mis viejos amigos verdes, dar un paseo por el puerto repartiendo eps aquí! desde una prudente distancia y, ya en casa, echar una confiada mirada a la prensa tranquila, burguesa, institucional, esa que procura no sobresaltar mientras salvaguarda una mínima dignidad… En pocas palabras, me habría gustado llegar hasta aquí (a esa edad en que a uno le llaman ahora ‘vulnerable' en vez de venerable) y habitar un país de gente sensata, prudente y moderada después de la insensatez de una guerra civil y de despedir a un dictador en la cama cuarenta años después.
Soñaba, en fin, con vivir en un país tranquilo, que no me hablara más de esos valores eternos que habíamos cargado en nuestras juveniles espaldas, donde se alternaran una socialdemocracia respetuosa con las reglas económicas básicas, y un partido conservador sin caspa, capaz de entenderse con aquélla en los grandes asuntos de Estado, pero ¡ay!, si hasta me da miedo escribir, temo que me salten al cuello. Abro «Es Diari» con prevención y hay días que me parapeto detrás de Ringo, el musculoso sustituto de Allen a tiempo parcial, para esquivar el vuelo de los adoquines… Y es que debajo de ellos no estaba la playa como nos prometían en el mayo del 68…
22-XI-20 Domingo
En la crónica de la semana sobresale la grata noticia de que el Consejo del Patrimonio Histórico español ha formalizado la elección de Menorca Talayótica como el proyecto que España presenta a la Unesco para su inscripción como Patrimonio Nacional. Faltan varios pasos para la definitiva proclamación, que tendría lugar en julio de 2022 y, aunque habrá que competir con otros países y proyectos, esta vez las esperanzas parecen tener fundamento.
Otros adoquines sí que tienen la playa debajo, los que van nutriendo el avance de la galería Hauser &Whirt en la Illa del Rei para que pueda abrir en primavera con el abanico de expectativas que abre para un turismo de primerísima calidad, nada menos que un centro de arte contemporáneo de élite en pleno puerto de Mahón; hay razones para ilusionarse con un futuro que, con este tipo de iniciativas, que marcan el camino correcto, más allá de las cementeras y el all inclusive. Lo de Hauser &Whirt es lo más afortunado que le ha pasado a nuestra isla en décadas. Hay que echar el resto.
La propia Illa del Rei cada día ofrece más pujanza como atractivo turístico de primer orden, y en el empeño estamos también oftalmólogos menorquines y otros colegas catalanes. Precisamente la familia de uno de ellos, el doctor Rafael Menacho, con una dilatada y apasionada relación con Menorca, ha donado todo su despacho, con múltiples aparatos vintage, para nutrir la sala de oftalmología de la Illa que, paso a paso, vamos conformando con la mejor de las ilusiones y, siempre, con el concienzudo trabajo de la enfermera Mercè Bagur y el contagioso entusiasmo de Louis Alexander, Líder Supremo y providencial en el momento de la extraordinaria conjunción astral que propició la decisión de la muy prestigiosa galería de arraigar en S'Illa del Rei.
23-XI-20 Lunes
Perplejo y anonadado me deja la noticia del fallecimiento de mi buen amigo y colega periodístico Pere Melis Nebot, un profesional de largo recorrido en «Es Diari», donde puso en marcha la edición digital, sin perder nunca su escrupulosa calidad literaria. Dotado de un fino sentido del humor, era una delicia encontrártelo en la redacción e hilvanar un amable y burbujeante diálogo. Descanse en paz.
24-XI-20 Martes
En el país que soñaba me aburriría civilizadamente escuchando un debate sobre el modelo educativo: el fundamental papel de la enseñanza pública de calidad como ascensor social, el de la necesaria enseñanza de una historia de las religiones para todos los alumnos, el de la enseñanza concertada como complemento de la pública... En fin, cuestiones que llegarían a pactar centroizquierda y centroderecha si estuviésemos en ese país ‘aburrido' de mis sueños.
Me gustaría poder asistir a un civilizado intercambio de pareceres entre expertos en Educación y, sin embargo, me encuentro con una visceral confrontación de esencias, guerras de religión, presuntos liberticidios, o conflictos lingüísticos más o menos imaginarios. Y, por si fuera poco, vuelven las mesas petitorias que dan buen resultado dieran con lo del Estatut (encabronar, mayormente). En fin, es que no hay manera de descabezar un sueñecito.
26-XI-20 Jueves
Y me quedo sin espacio para Maradona. Solo me cabe una frase. A ver: «No hubo quien le hiciera tales carantoñas al balón. Por algo le obedecía como a nadie» (José Sámano. «El País»). Pues eso.