Era el viernes pasado cuando entré en una tienda de Maó y la dueña me confesó que «era un día triste». No le pregunté por qué, era evidente fuera de su comercio estaban matando seres vivos, los árboles del Camí des Castell. Sí, digo bien, seres vivos que no estaban enfermos y que hacían la fotosíntesis y sí, albergaban pajarillos. Puedo entender la problemática, no vivo en esa zona. Puedo entender las raíces que llegan a subsuelo y entran en los sótanos, puedo entender que los pajaritos son una lata a ciertas horas, y los mosquitos. Pero también puedo entender que se tenían que haber tomado medidas más acordes con el respeto al medio ambiente. ¿Qué cuesta dinero?, seguramente. Pero también se podía haber buscado un patrocinador (como en las rotondas) que hubiera puesto un dinero para sacar a esos árboles con sus raíces, y ser trasplantados en otros sitios.
Supervan Family
Abrazos para 22 árboles
26/02/20 0:40
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