La mal llamada gripe española mató a cuarenta millones de personas entre 1918 y 1920. En puridad, más personas que habitantes tenía nuestro país en aquellos años. Cuando digo que aquella pandemia no tuvo sus orígenes en España, digo bien, toda vez que más tarde, algunos investigadores sitúan su origen en Francia en 1916 o en China en 1917; otros más meticulosos, aseguran que todo empezó en la base militar de Fort Riley (EE.UU), y son tan precisos que la fechan en el 4 de marzo de 1918.
Está documentado que tras registrarse los primeros casos en Europa, la gripe pasó a España, donde causaría 300.000 muertos. En este punto quiero decir que será un milagro que el llamada coronavirus no pase a España; curiosamente que pánico nos da lo desconocido, porque fíjense en el siguiente dato, la gripe común, la que nos visita todos los años, solo en Asturias a mitad de temporada gripal lleva ya 12 muertos.
La confusión en fijar correctamente los orígenes de la llamada gripe española, fue porque Europa al estar en guerra se desentendió por no afectar sicológicamente a las tropas. España fue el único país que se interesó por el problema de la mortal pandemia, y eso le costó injustamente que pasara a la historia como la gripe española. Solo ahora 102 años más tarde, sabemos que se trataba del virus A del subtipo H141.
Un virus cuando se demuestra que es potencialmente mortal causa un pánico colectivo nada más darse las primeras víctimas, máxima cuando no se tiene ninguna vacuna. De las pandemias recuerden la llamada enfermedad de las vacas locas, que surgió en el Reino Unido (1985) y el causante fue un Prion que se encontraba en la harina elaborada con carne y hueso animal, hasta que mutó y su variante humana fue la enfermedad de Creutzfeldt-Jakob, que dicho sea de paso es incurable. En este caso, fue una consecuencia de una manipulación científica equivocada en la fabricación de un pienso mayormente para el ganado vacuno que obligó a sacrificar miles de vacas y que además propició la variante humana incurable. En resumidas cuentas, una catástrofe de increíbles proporciones, como años antes ya había pasado sobre todo en la península ibérica con el aceite de colza; aquella tragedia aun sin ser un virus, acabo con una alarma tan grande como su realidad. Tenía su origen en la venta a granel de un aceite fraudulento.
De la gripe aviar puede decirse que la primera infección fue asintomática o por lo menos no detectada por darse en aves silvestres, sin embargo sabemos que de las aves pasó al ser humano, y que el primer infectado fue en Hong Kong en Año 1997, con la mutación conocida como (H5N1), existen varios subtipos de esta cepa A(H5N1) A(H7N9) A(H9N2), los virus de las gripes suelen ser muy volátiles mutando con facilidad, así pues llegamos a la llamado gripe porcina A(1N1) A(H3N2), y ahora tenemos el virus Wuhan más conocido como coronavirus, volátil y contagioso. A día 31 de enero van ya 170 muertos, ya digo, contagioso como suelen ser todos los virus. De momento de China ha pasado ya a Europa, en Francia y Alemania hay ya algún caso a pesar de las severas medidas tomadas. Se trata de un patógeno el 2019-NCOU que empezó en la ciudad china de Wuhan.
Pero fíjense qué pánico no causará un virus de esta naturaleza, que incluso las bolsas de todo el mundo ya se han contagiado, el turismo, y el tráfico aéreo, y sin embargo, repetiré el dato de que solo en Asturias llevamos 12 víctimas con la gripe común y estamos en plena temporada gripal. Ha querido la casualidad que el coronavirus se iniciara en la ciudad donde están los principales productores de China de automóviles y aceros, y por miedo al avance de este patógeno se ha resentido el turismo en China y las bolsas de todo el mundo. Presten atención a este dato: en Madrid en un par de días se han agotado las mascarillas, tanto que no es posible encontrar una. Frente a esta amenaza no deja de ser llamativo que en la ciudad China de su origen están construyendo en 10 días un hospital para 1000 pacientes; esto en Europa es completamente imposible.