Lo estamos viendo en el culebrón de la reforma de la carretera general, querer no siempre es poder, y cuando ostentas el poder, no es fácil deshacer lo que criticabas cuando eras oposición ni cumplir lo prometido en campaña: te chocas con el muro de la realidad y de la tecnocracia. Saltarse informes, vinculantes o no, y estampar tu firma en proyectos a lo ‘kamikaze’ es exigir mucho a una clase política a la que al mismo tiempo le pedimos máximo rigor en la gestión de lo público. La carretera está algo así como maldita, ni el PP ejecutó el proyecto que quería y para el cual le votaron ni ahora la izquierda tiene claro que pueda cumplir el compromiso con su electorado. Puentes sí o no, lo que está claro es que los políticos se encuentran muchas veces más maniatados de lo que parece.
Vía libre
Gobierno de técnicos
18/12/18 21:30
También en Opinión
- El caso de un restaurante de Maó: «No podemos servir cenas porque no hemos encontrado personal»
- El famoso actor que los vecinos de Es Canutells han visto en este velero de lujo
- La frase más repetida esta temporada turística en Menorca: «Más gente, pero menos gasto»
- La calidad de los hoteles de Menorca se dispara y la oferta de tres estrellas se pierde
- Cinco heridos leves en un accidente en el polígono de Maó