La famosa marca de teléfonos móviles que empieza por «S» y termina por «g», no queremos hacer publicidad gratuita diciendo el nombre de Samsumg (sí, este es el nivel), ha lanzado su último modelo publicitando que es el primero con tres cámaras. Han oído bien queridos lectores, ¡tres cámaras! Si muchos ya no sabemos que encuadrar con una, no tenemos ni puñetera idea de para qué sirve una segunda, imaginen lo útil que nos resulta una tercera. Algunos dirán: «Oye, viene bien para hacer fotografía profesional», pues para eso cómprate una cámara de fotos, no un teléfono móvil. A no ser que tu ego sea más poderoso que tu mente y te quieras hacer selfis con las tres cámaras a la vez para hacer viral tu careto en las redes sociales.
Es cansino comprobar que para algunos innovar es hacer lo mismo una y otra vez. En este caso el gigante coreano de telefonía ha puesto una cámara donde había dos, pero otros pusieron en las maquinillas de afeitar una quinta cuchilla donde ya había cuatro, y otros ponen triple malta a cada nueva cerveza, como si por el mero hecho de poner más de lo mismo la cosa fuera a mejorar.
Y miren, todavía los fabricantes de cosas que venden cosas innovan para lo suyo, allá ellos. Lo peor para nosotros son los buitres carroñeros que venden recetas viejas, más de lo mismo, para males crónicos, aun a pesar de la comprobación empírica de que sus recetas son el timo de la estampita, y no arreglan una mierda, nos explicamos. Están los miembros del FMI, regidos por gente tan respetable como el condenado Rato, el imputado por violación Dominique Strauss-Kahn y la imputada por negligencia en el manejo de dinero público, la señora Cristhine Lagarde. Bien, pues esta oscura organización, presidida por tan ilustres personajes nos dicen una vez más lo que tenemos que hacer con los pobres.
Los exdirectivos del FMI cobran 60.000 euros netos al año de por vida, y mientras meten ese dineral en casa, nos dicen que subir las pensiones conforme al IPC no está bien, que subir el sueldo mínimo interprofesional de miserable a ridículo nos traerá problemas, que mantener el IVA actual es preocupante y se debería subir aún más, y un largo etcétera de inhumanas recomendaciones. No sé a ustedes, pero a mí me sale un «váyanse ustedes a la mierda lo antes posible», así con tono pausado, no es para menos.
Y es curioso, por seguir hilando temas de forma torpe (ya dije desde un principio cual sería el nivel), ver como ante estos hechos pocos actúan. En cambio, cuando creen que un chiste es ofensivo mueven Roma con Santiago porque se sienten atacados. Y los mismos que se levantan en ira incontrolada por un chiste sobre la bandera, son los que se quedan en casa cuando se protesta ante el asesinato de una mujer víctima de la violencia machista, 972 mujeres asesinadas desde el 2003. A estos seres llenos de testosterona parece que los feminicidios les importan un carajo. Como dice la tuitera María Delgado: «En este país se protege más a la bandera que a las mujeres».
Así que les regalo gustosamente las innovaciones que no aportan nada, y sobre todo les regalo, empaquetados y con lazo, a todos los neandertales que se movilizan contra la chorrada y permanecen inmóviles ante lo realmente importante. Con este panorama no me extrañaría nada que dentro de poco saquen el móvil con cuatro cámaras y la maquinilla de afeitar con seis hojas, clientes no les van a faltar. Nosotros a lo que toca: ¡Ni un asesinato machista más! Feliz jueves.
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