Inmersos en el enésimo debate sobre el descuento de residente, cuyo efecto queda diluido y reducido por los sucesivos aumentos en el precio de los billetes, se reabre el debate sobre la tarifa plana.
El Govern y el PP coinciden en reclamar al Ministerio de Fomento que todas las rutas aéreas entre Balears y la península obtengan la declaración de OSP (Obligación de Servicio Público) para fijar tarifas máximas de referencia que impidan los incrementos que con tanta alegría aplica Vueling en función de la ley de la oferta y la demanda. Al mismo tiempo, hay expertos que nos alertan sobre los riesgos que entraña la tarifa plana, con el peligro de quedar sin plazas ni vuelos. Una vez más rigen las leyes de mercado.
¿Qué ocurre en Canarias? Son islas, como nosotros y, por tanto, el transporte interinsular es un servicio que debe ser atendido.
El archipiélago atlántico, con más islas y más aeropuertos, dispone de una compañía aérea regional: Binter Canarias, fundada el 1988 para cubrir los trayectos interislas que hasta entonces atendía la recordada Aviaco con Fokker-27 y DC-9, e Iberia con aeronaves B-727. Perteneció a Iberia hasta el 2002, cuando fue vendida Hesperia Inversiones Aéreas, empresa creada específicamente para adquirir Binter Canarias. En el momento de la venta los cuatro grandes socios eran Ilsamar Tenerife, SL, con un 33 por ciento Agencia Marítima Afroamericana, Grupo Alisio Inversiones y Ferma Canarias Eléctrica con un diez por ciento cada uno.
En 1992, 1993, 2005, 2020 y 2023 ha sido elegida mejor compañía regional de Europa y hoy tiene planes de expansión a través de terceras empresas, que opera en régimen de franquicia, reforzando así su posición dominante en el mercado canario.
Hace unos años surgió la iniciativa de unos empresarios menorquines para fundar una compañía aérea regional en Balears, pero no prosperó.
¿Porqué no se aborda seriamente la creación de Binter Balears?
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