Con el mundo real no tenemos bastante. Por eso, soñamos y fantaseamos sobre un mundo mejor, a la medida de nuestros deseos o necesidades. Hay sueños loables que nos ayudan a progresar. Incluso podemos soñar despiertos. Tener alucinaciones o ver espejismos es más chungo. Soñar es bueno y necesario porque nos libera de la oprimente o frustrante realidad. El problema es que los sueños pueden derivar en pesadillas, de las cuales intentamos despertar y no siempre lo conseguimos. Las técnicas de manipulación de masas han avanzado mucho gracias a la publicidad y el marketing. La manipulación es hoy más sofisticada que nunca. Se puede convencer a millones de cualquier bajanada o simpleza. La propaganda te lava el cerebro y lo deja listo para planchar. Preferimos que nos tomen el pelo a que nos pidan sacrificios. La inseguridad, el resentimiento y el miedo son los motores que llevan a todos los males. La base de muchos timos radica en esa tendencia humana de dejarse llevar por lo fácil y milagroso, propia del pensamiento mágico.
Sin flash
Sueños y pesadillas
09/09/18 1:04
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