Tengo entendido que Friedrich Schiller dijo que «la libertad existe tan solo en la tierra de los sueños». Schiller (1759-1805) fue un gran dramaturgo alemán, además de poeta, filósofo y también historiador. Y además creo haber oído en un anuncio de la tele que «todos los niños tienen sus sueños». Y yo añadiría que los adultos también. Por ejemplo, dicen que tanto niños como adultos soñamos a veces con volar. Recuerdo que una vez mi padre, que siempre se acostaba temprano, empezó a gemir lastimeramente, estando dormido, y mi madre fue a despertarle, porque le parecía que estaba pasándolo muy mal aún en sueños. «Soñaba que volaba» dijo mi padre «y tenía mucho miedo de caerme». Según los expertos, soñar con volar significa en los adultos tener ganas de apartarse de los problemas, del estrés de la vida diaria, y en cambio los niños que sueñan con volar resulta que son libres, felices, imaginativos y no sé cuántas cosas más. Y si sueñan que vuelan con alas blancas pueden ser calificados de verdaderos angelitos. Otro ejemplo, sin embargo, hermana el mundo infantil con el de los adultos; me refiero a soñarse desnudo entre un numeroso grupo de gente vestida normalmente. Esa situación nos hace sentir vergüenza y desamparo, es decir, que nos consideramos desprotegidos o marginados en la vida real, y eso también puede aplicarse a los niños, que igualmente pueden sentir falta de protección y seguridad en el colegio o incluso en el hogar. Otro sueño muy común es el sueño de caerse; en los pequeños, si se trata de caídas al suelo de las que pueden levantarse, se relaciona con un proceso de aprendizaje dificultoso; pero, amigo, si nos soñamos cayendo sin cesar por un precipicio, las dificultades pueden ser tremendas, más incluso que cuando nos soñamos subiendo una escalera cuyos peldaños son cada vez más altos, casi imposibles de remontar.
Les coses senzilles
La tierra de los sueños
11/06/18 0:40
También en Opinión
- Denuncian a un policía nacional de Maó por no atender a una mujer que hablaba en catalán
- Un vecino denuncia el empadronamiento por sorpresa de cinco extranjeros en su casa
- La casa incendiada en Maó tenía okupas que se negaron a desalojarla el mismo día
- El ‘boom’ turístico en Menorca topa con la falta de empleados y abre una competencia feroz entre las empresas
- Costas estudia reclamar a los propietarios la restitución total de las casetas de Ses Fontanelles