Carmen Díez de Rivera (1992) iba a bañarse junto a su vivienda, entre Binisafúller y Cap den Font. Foto Javier Coll

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Desde su casa de Sant Lluís, Carmen Díez de Rivera mantuvo vivo el compromiso con Menorca

Carmen Díez de Rivera halló en Menorca el sosiego, la paz espiritual y el contacto con la naturaleza que buscaba para su cuerpo y su intelecto. Durante más de una década residió en un chalé de Binisafúller, frente al illot den Marçal. Su segundo domicilio menorquín fue una vivienda rural en el caserío de Es Consell, también en Sant Lluís, donde se relacionó con sus vecinos y entidades ciudadanas.

Colaboró y se implicó con el GOB, participó en la reivindicación del Camí de Cavalls y la declaración de Menorca Reserva de Biosfera. Al fallecer, el 29 de noviembre de 1999, el editorial de MENORCA «Es Diari» afirmó: «Se erigió en tenaz defensora de las causas referidas al medio ambiente. La sociedad menorquina pudo comprobarlo especialmente a raíz de la declaración de la Isla como reserva de la biosfera; y quienes más pudieron apreciarlo fueron los habitantes de Sant Lluís, en cuyo municipio pasaba largas temporadas, sin olvidarse nunca de su compromiso político, de su aportación para resolver problemas y situaciones que afectaran a la comunidad».

Carmen Díez de Rivera (1992) iba a bañarse junto a su vivienda, entre Binisafúller y Cap den Font. Foto Javier Coll

Durante su etapa como eurodiputada promovió e impulsó la creación de la Agencia Europea de Turismo con sede en Menorca al presentar esta propuesta a la Comisión de Transportes y Turismo, que en Menorca obtuvo -como ha explicado Emili de Balanzó- las instituciones de la Isla, así como el entusiasta apoyo del Fomento del Turismo de Menorca, presidido entonces por José Guillermo Díaz Montañés; y la Asociación Hotelera de Menorca, con Carlos Sintes en la presidencia y Joan Juanico en la gerencia. La iniciativa de la «eurodiputada menorquina de adopción» fue aprobada en Estrasburgo en diciembre de 1994, pero envidias y desacuerdos políticos, concretamente la indecisión y la falta de apoyo del Govern, y un pacto secreto entre los gobiernos de España y Grecia impidieron que llegara a materializarse.

Carmen Díez de Rivera, buena conocedora de los problemas de la insularidad, intervino en la elaboración del «informe Viola», aprobado en 1998, para compensar los costes de las regiones insulares de la Unión Europea. Aportó el concepto de la «doble insularidad» y abrió unas posibilidades que aún no han sido desarrolladas.

Tras su fallecimiento, el primer Govern del Pacte creó el «Premio Europeo de Turismo Sostenible Carmen Díez de Rivera». En la primera edición, celebrada en marzo de 2003, obtuvo mención el modelo de sostenibilidad territorial de Menorca diseñado por el Consell. Este premio ya no ha vuelto a convocarse más.