El viajero en sus mudanzas lio el petate y hale, hale, hale, se metió entre pecho y espalda 700 km hasta plantarse en Sanlúcar de Barrameda, posiblemente la población andaluza donde mejor se puede comer la gastronomía casera de esta autonomía. Los gitanos dicen que no quieren buenos principios. En confianza, déjenme decirles que eso es una tontería porque si la cosa principia bien eso que llevas por delante. Acerté a pasar a una taberna que le dicen la taberna de Doñana y un camarero me dijo: «Tengo unos entrantes andaluces, luego tengo venaó, jabalí al estilo de la marisma y tengo…» No siga, le corté, no siga usted buen hombre, que me apaño con los entrantes y ese jabalí de la marisma que remojé con un tinto con carácter, un vino de los que no le deben nada a nadie, de esos que la etiqueta no tiene que mentir ni está escrita para que se la crea un recién llegado.
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El pase de modelos
07/08/15 0:00
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