No lo suelo hacer hasta que me lo han pedido. Esta columna es una petición de una lectora. Como cuando en la radio algún escuchante llama para que le pongan una canción. Me ilusiona que esta columna pueda ser altavoz del Día Mundial de los Derechos en el Nacimiento, del Nacimiento y primeras horas de vida, del Nacimiento sin Violencia. Supongo que esto último se refiere a tener un nacimiento cálido, afectuoso por parte de todos, desde el personal sanitario como del propio núcleo familiar: mamá y papá que colaboran con ginecólogos, matronas, enfermeras. Ese día en que deberíamos felicitarnos todos. Y si además el día de tu nacimiento siguieron la «hoja de ruta» marcada por la madre pues fenomenal, aún mejor. Claro siendo flexible las dos partes. Porque lo fundamental es la vida del bebé, del nuevo ser humano que se incorpora a este mundo y respira el mismo aire que los adultos. Es un día además para descubrir o recordar -para quienes han tenido la buena suerte de tener un buen parto- de la importancia del nacimiento y las actuaciones que favorecen la adaptación del bebé fuera del útero.
Relaxing cup
Nacer bien
20/05/15 0:00
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