La verdad amenazada

Pero hay otra información, igual de enrevesada y pública, que ni los periodistas, ni ese policía, ni los técnicos, ni siquiera la oposición, pueden tener a su alcance. Porque está 'secuestrada' por los que mandan, con el parapeto permanente de la falta de personal que impide actualizar las actas a tiempo y una interpretación a rajatabla de la Ley de Protección de Datos. Obviando que ni los periodistas ni la oposición quieren ventilar las cosas que afectan a su vecino sino, simplemente, saber lo que se cuece para difundir de forma documentada solo los casos de trascendencia y relevancia pública.

Pero no. El Ayuntamiento de Ciutadella acaba de aprobar las actas de las Juntas de Gobierno de mediados del año pasado y la última expuesta en su página web se remonta al 20 de marzo de 2013. Es decir, que nadie ha podido fiscalizar los acuerdos que han pasado por Comisión durante el último año. Como tampoco nadie puede ver colgados, desde hace dos años, en las webs del Consell insular y el Ayuntamiento de Maó las decisiones de los Consejos de Gobierno y Ejecutivo que se toman.
Alcaldes y consellers se llenan la boca de transparencia y participación, pero de nada sirve que ofrezcan la posibilidad de realizar trámites online si son incapaces de cumplirla en lo más elemental. Se limitan a esparcir a través de las redes sociales solo la información más 'suave' y positiva de su gestión, pero eluden la que no les interesa y hurtan a la población aquella que, aunque críptica, más puede afectarle. Nunca habíamos recibido tanta información pero nunca, también, la verdad había estado tan amenazada...