La culpa será tuya

Será tu culpa por empecinarte en cumplir unas leyes que a veces se pelean con la lógica y como resultado rozan lo estúpido. O tú, cuyo 'talibanismo' ecológico de mirem i no em toquis ha impedido cualquier actuación que evitara la desgracia. O por otra parte tú, que desde una posición privilegiada, ondeando cualquier bandera política -porque al fin y al cabo soís casi todos iguales- has abusado de tu cargo y de tus leyes haciendo y deshaciendo a tu gusto permisos para construir donde te place encabronando al personal y machacando una Isla en la que sobra cada vez más cemento y cargos de confianza.

No evadirás tu parte de responsabilidad, tú que has maltratado hasta el cansancio a su anterior y adinerado dueño que se comprometía a rehabilitarla cuidadosamente sin ningún coste público a cambio de que refugiara los últimos días de su madre. Alguien que traía dinero, amigos turistas con dinero, hacía publicidad de la Isla por todo el mundo sin pedir a cambio dinero. Como ves todo gira en torno al poderoso caballero.

Maldeciré cualquier artículo que a posteriori del derrumbe esté repleto de sandeces como «se veía venir», «ya lo decía yo», «la culpa es de él o de ella», «no sabes lo que tienes hasta que lo pierdes». Sí sé lo que tenemos y sé que lo vamos a lamentar. Por ello me niego a quedarme con los brazos cruzados haciendo que 'no' con la cabeza y te culpo, de entrada, a ti que sin ser nadie en concreto lo concedes con un silencio impune.

Me trae sin cuidado si la titularidad es privada, pública o del mismísimo Perico de los palotes. Os ponéis de un cansino insoportable porque os tocan el catalán en las aulas alegando que están violando vuestra cultura cuando aquí, de toda la vida, es xerra es menorquí y os da igual que este pedazo de historia, breve o corta, del puerto de Maó se vaya en orris.

Pero seguid todos a lo vuestro. Que al final siempre quedará el consuelo y el alivio de mirar hacia otro lado como si la cosa nunca hubiera ido con vosotros.

dgelabertpetrus@gmail.com