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Mientras en Europa se debaten las grandes líneas políticas y económicas que deben permitir salir de la crisis, la batalla contra la parálisis se libra en otros frentes más próximos al ciudadano, con proyectos concretos mucho más modestos, acordes con los recursos de quien los impulsa. Es este el caso del Ayuntamiento de Es Migjorn Gran, que ha optado por dedicar un espacio físico a la promoción de emprendedores, lo que se denomina "coworking". Los resultados que se obtengan quizá serán poco representativos en el total de la Encuesta de Población Activa o en los datos del SOIB, pero tendrán la máxima importancia para aquellos empresarios que en el "coworking" de Es Migjorn Gran acaben encontrando el trampolín para salir de la desesperación de la inactividad y adentrarse de lleno en la satisfacción que supone generar ingresos por uno mismo. Las iniciativas de este tipo son acciones que no requieren inversiones millonarias, sino imaginación, algo de esfuerzo y habilidad para lograr que quien tiene una idea para llevarla a cabo encuentre solo los mínimos obstáculos. Hay que mimar al emprendedor y hacerlo desde el mayor número de frentes posible.