Continuando con la aventura de conocer a los autores de las imágenes que guardamos en cajas de cartón, o bien colocadas en álbumes, enumeradas, con sus respectivos nombres de los que tras el pedazo de cartón miraban fijamente al que sería su autor.
Aquellas fotos realizadas por cámaras, que me imagino sobre un trípode, estáticas, tal cual se colocaban los que debían ser fotografiados, i que no te passi res, pudiéndote pasar un rato largo, sin moverte, ni tan siquiera pestañear, a la espera que saliera el pajarito, pájaro que no llegabas a ver jamás. Pasó el tiempo y con él debieron volar hacia tierras lejanas, ya no se habla de aves, siendo reemplazadas por el, pa-ta-taaaaaa. Otros temerosos de engordar con el tubérculo, llaman a Luissssssssssss.
El titular de este sábado, es debido a que a pesar de haber intentado conocer datos que para mí y por supuesto para ustedes también, son informativos, no he tenido la suerte de conocer cuanto seria de mi agrado. Pero hace tantos años que estoy en ello, que no pierdo la esperanza de ir localizando alguno más. No hay que perder, jamás las esperanzas.
Nuestro Mahón siempre fue una pequeña ciudad muy adelantada a todo, gracias a las dominaciones entre ellas la inglesa y la francesa, el caso es que más que estos grandes imperios nuestra situación geográfica nos ayudó mucho en ello, de ahí, que mientras otras ciudades de nuestra patria tardarían infinidad de años en conocer la fotografía, aquí ya se había posado frente a una cámara de fuelle para negativos de vidrio con trípode ligero, ideal para los fotógrafos que se desplazaban de aquí y de allá.
Al leer la historia del primer fotógrafo, Joseph Nicéphore Niépce en 1826, utilizando una cámara hecha de madera fabricada por Charles y Jacques Louis Chevalier en París, encontré la entrada en España, principalmente por nuestra vecina Barcelona, con la que siempre las navieras nos unieron facilitando la llegada de foráneos con sus inventos. No hay por qué remontarae al pasado siglo, veinte años atrás, continuaban visitándonos los populares representantes de comercio. Com aquell que diu fa quatre dies.
Si en 1850- 60, en la ciudad condal la fotografía había encontrado la máxima expresión de auge la prensa mahonesa se hacía eco de ello.
En la página cuatro del primero de diciembre de 1859, en El Diario de Menorca, localizo un anuncio publicitario que dice así:
Fotografía Artística. Carlos Mercier y Compañía. Discípulos de Mr. Nadar de París.
Tienen el honor de participar al público de esta ciudad que durante el poco tiempo que van a permanecer en la isla de Menorca, se ponen a la disposición de las personas que deseen retratarse, desde las 10 de la mañana hasta las 5 de la tarde de los domingos, lunes, martes, miércoles y jueves de cada semana.
Los señores y señoras que tengan el gusto de ver las pruebas que tienen la satisfacción de ofrecer a los amantes de la fotografía pueden pasar por su taller, sito en la calle de Gracia 120 (casa del maestro de música, señor Barceló). SIC.
Dichos señores dan también lecciones de fotografía y venden con garantía, es decir, después de pruebas, objetivos para retratos y vistas.
A mediados del mismo mes continuaban en nuestra ciudad. Habiendo llegado a mediados de octubre de aquel mismo año.
Decía yo, en mi articulo anterior, que la primera fotografía conocida como tal en la isla fue la del verano de 1860 por Víctor Grandin, hoy pido disculpas ya que siete meses antes los discípulos de Nadar ya se encontraban retratando, a los señores y señoras hacendados, a su prole etc.
¿Quién era Mr. Nadar al que hacen referencia en su publicidad? Encontrando la respuesta en el libro editado en 1975 de 149 paginas editado en París con su lenguaje escrito por Andre Barred, el cual recoge muchos de los trabajos realizados por el maestro nacido en la capital del Sena en 1820, destacado periodista y fotógrafo siendo uno de los más preciados de la segunda mitad del siglo XIX, según el propio autor. En el libro se observan los grandes personajes de su tiempo Rossini, Julio Verne, Dumas, Corot, Gautier, Delacroix. En cada retrato se da una breve explicación del personaje y su relación con el fotógrafo.
Merece la pena, observen entre sus retratos si disponen de alguno efectuado por Carlos Mercier, alumno que fue de tan ilustre personaje.
Debo aclarar, que al llegar Carlos Mercier, en la calle Espartero 16 de nuestra ciudad, se encontraba don León Bravy, del cual publico una fotografía, ya que de momento bien poco sé del mismo. En algunas fotografíasse encuentra la fecha de 1860.
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margarita.caules@gmail.com
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