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Dicen algunos que las palabras se las lleva el viento y así es, afortunadamente, en la mayoría de los casos. Sin embargo, algunas frases quedan grabadas en la memoria colectiva y, por si alguien cayera en el error de intentar olvidarlas, los medios de comunicación se encargan de mantenerlas vivas. De este modo, siempre pueden reaparecer en un momento crucial. Y si no que se lo pregunten al presidente de Unió Democràtica de Cataluña (UDC) y portavoz parlamentario de CiU en el Congreso, Josep Antoni Duran i Lleida, quien se ha tenido que enfrentar estos días a unas declaraciones que realizó doce años atrás. Lamentablemente, no se trata de un caso aislado, como se puede comprobar con un simple repaso a la hemeroteca. Los políticos menorquines no son tampoco una excepción. El "puedo prometer y prometo", al más puro estilo de Adolfo Suárez, ha sido utilizado a diestro y siniestro por dirigentes de uno y otro color y, en la mayoría de ocasiones, con el único objetivo de obtener una repercusión mediática. Después ya vendrán las excusas y las evasivas, para eso siempre hay tiempo. Salir del atolladero y quedarse tan ancho es demasiado fácil y, en muchos casos, los periodistas pecamos de ingenuos y, por falta de tiempo o de bagaje, no hacemos hincapié en este tipo de contradicciones o en las promesas incumplidas. No obstante, pienso que medir adecuadamente las palabras es siempre la mejor opción. Así se evitarían muchos "donde dije digo..."